Asesinan a un hombre en Barrio Obrero
Hasta el momento se desconoce si el motivo del crimen fue el robo.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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Un septuagenario que se dedicaba a vender billetes de la lotería tradicional fue ejecutado a quemarropa de cinco impactos de bala cuando se disponía a abordar su vehículo estacionado en la calle Lutz, de Barrio Obrero, en Santurce, y un mozalbete se le acercó y tras una discusión le disparó.
Jorge A. Cruz Pérez, de 70 años y residente en la calle Meerhoff, en Villa Palmeras, Santurce, estuvo durante la mañana acompañando a su esposa a una cita médica y tras dejarla en su hogar fue hasta la farmacia Plaza, localizada en la avenida Borinquen en Barrio Obrero, para que le despacharan la receta, mientras la esperaba fue a la tienda de zapatos La Principal, localizada en la esquina de la calle Lutz, donde le compró un par de zapatos a su esposa y de camino para abordar su auto fue interceptado por su matador.
“El señor entró y me dijo mira necesito unos zapatos para mi señora número siete y me dijo éste me gusta y lo compró, la llamó cuando estaba pagando y dijo mira te compré unos zapatitos, si no te gusta pues los cambias, te veo horita y así se fue”, declaró el dueño de la tienda Freddie Reyes, quien fue la última persona que lo vio con vida.
El comerciante, que no escuchó las detonaciones, manifestó que el septuagenario lucía tranquilo, aunque le llamó la atención que llevaba puesto un brazalete y una sortija, que lucían valiosas.
“Normal, una persona tranquila, él había venido aquí antes y todo, no es fácil. Me sorprende lo que pasó y aquí en la calle, yo no lo escuché yo estaba dentro de la tienda, eso fue como a la una que él vino”, sostuvo el comerciante.
La prima de la víctima, Milagros Guerrero, quien intentaba darle consuelo a su hija Ana Cruz, recordó que el billetero de nacionalidad dominicana, levantó a sus cinco hijos con mucho esfuerzo y no tenía enemigos.
“Eso no sabemos (si tenía enemigos), era un hombre tranquilo de su casa, con su esposa y sus hijos, un hombre bien dedicado, a penas veníamos de Miami de celebrar la graduación de su nieta mayor, que se graduaba de maestra en Miami, estuvimos allá todos, feliz y contento. Si tenía algún problema nunca lo demostró absolutamente, ese era un hombre de su esposa, de su casa”, se lamentó Guerrero, tras calificar su crimen como uno cruel.
El caso era investigado por el agente Miguel Rivera Claudio y la fiscal Celia I. Vega Pabón.