Asesinan guardias que prestaban vigilancia en construcción en Ponce
Los hombres prestaban vigilancia a unas antenas en construcción que se usarían para medir condiciones climatológicas y que se encuentran en la calle Acueducto final.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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Dos guardias de seguridad de la compañía G4S Secure Solutions fueron asesinados la madrugada de este jueves mientras prestaban vigilancia en un predio de terreno de la comunidad Mameyes en Ponce.
La doble ejecución, que se cree fue para robarles sus armas, se reportó a eso de las 6:24 a.m. a través del Sistema de Emergencias 9-1-1. De acuerdo a informes recopilados en la escena luego del cambio de turno, cuando los relevos llegaron al lugar y le notificaron a la supervisora de la compañía que los dos oficiales estaban desaparecidos.
La supervisora se comunicó con la Policía y cuando los patrulleros inspeccionaron el lugar los encontraron muertos sentados en un vehículo todoterreno que era utilizado para las vigilancias.
En el lugar se construyen dos torres de observación climática para la empresa The National Ecological Observatory Network.
Los occisos fueron identificados como Alberto González Caicoya, de 64 años, quien presentaba una herida de bala en el lado derecho del pecho y Onofre de Jesús Mercado, de 69, quien manejaba grúas en la Policía. Éste último presentaba dos heridas de bala en la nuca y mano derecha.
Ninguna de las víctimas tenía sus armas de fuego. De Jesús Mercado cargaba una pistola marca Smith & Wesson de calibre 9 milímetros registrada a su nombre y González Caicoya un revólver calibre .38.
Inicialmente la Policía había informado que González Caicoya era un exagente adscrito a la División de Drogas, pero luego se descartó al confirmar su identidad.
El robo de las armas que utilizaban en sus funciones de guardias de seguridad pudo haber sido el móvil del asesinato de oficiales, a juicio del gerente general de la empresa para la que trabajaban, Luis Pagán.
“Cuando llegan los otros, que no los encuentran en el punto de relevo, empiezan a hacer gestiones y suben al área de vigilancia. Se percatan de que no están allí. Luego, los ven, que habían sido asesinados, en un vehículo todoterreno que todavía estaba encendido”, narró el gerencial después de haber visitado la escena junto con investigadores de la División de Homicidios del área de Ponce y los familiares de las víctimas.
“Yo pienso que los sorprendieron. Creo que fue una cuestión de oportunidad, un crimen cobarde y abusivo para quitarles las armas”, añadió Pagán al estimar que el asesinato debió de haber sido perpetrado por más de una persona y que en el área no había indicios de vandalismo ni parecía que faltara algún material.
Como parte de la investigación, a cargo de la agente José I. Torres y del fiscal Ernesto Quesada, las autoridades evalúan si una de las personas involucradas en el doble asesinato es un joven que estuvo vinculado con el crimen de un guardia de seguridad de la compañía JJ Caribbean Security Group en septiembre del 2011, ya que podría guardar características similares con este caso.
En esa ocasión, el crimen ocurrió frente a una cooperativa localizada en el paseo Pete “El Conde” Rodríguez, en Ponce y también fue para robarle al guardia su arma de reglamento.
Por su parte, Pagán, señaló que en los turnos de vigilancia estaban destacados dos oficiales que se mantenían todo el tiempo juntos por tratarse de un proyecto en el que podrían utilizarse materiales que son altamente codiciados por delincuentes, como el aluminio y el cobre.
Los guardias, ambos residentes de Ponce, trabajaban el turno de 10:00 p.m. a 6:00 a.m. De Jesús Mercado y González Caicoya llevaban 10 y nueve años, respectivamente, como empleados de la compañía de seguridad.
“Esto nos ha consternado como empresa. Es parte de la violencia que estamos viviendo. Estamos en medio del dolor que viven sus familias y los vamos a apoyar en todo lo que sea necesario”, apuntó Pagán.
Dijo que hace unos años, otro guardia de seguridad de su compañía también fue asesinado para quitarle su arma de reglamento, en un incidente que ocurrió en Walmart de Carolina.