“¡Mami no se mueve, mami tiene sangre!”.

Una niña de cuatro años gritaba por ayuda de sus vecinos ayer por la mañana, alertando sobre la tragedia que vivía junto a su hermanita de un año tras despertar y encontrar a su madre muerta en un charco de sangre en su residencia de la urbanización Jardín Sereno, en Carolina.

Un adolescente de 15 años, vecino del lugar, fue detenido poco después con el vehículo de la mujer, dijo la Policía.

Cuando escuchó los gritos desesperados de la nena, otro vecino, Omar Rodríguez Rivera, corrió hasta la puerta que encontró semiabierta y subió a las habitaciones, donde encontró a la mujer de 34 años tirada sobre el piso de su habitación y a su hija de un año acostada sobre su pecho buscando consuelo.

El vecino llamó a la Policía y puso bajo protección junto a su esposa a las dos menores, a las que cuidó hasta que pasado el mediodía llegaron los papás y los abuelos de las nenas.

La escena, según los investigadores, sugería que la mujer fue víctima de un vil crimen en medio de un robo domiciliario, ya que el cuarto estaba en desorden debido al forcejeo que debió sostener con sus atacantes. Sobre la cama estaba un joyero regado.

El cuerpo de Enid Ocasio Rodríguez, que sólo vestía una bata de casa, presentaba una puñalada en el centro del pecho, otra en el lado derecho y una herida en el antebrazo derecho.

Sobre la cama también había un cuchillo con una hoja de seis pulgadas y el cabo roto.

El rastro de sangre y de varias sortijas y pulseras que dejaron a su paso los delincuentes se dirigía hacia la casa adosada del lado izquierdo, si se mira la escena de frente y se marcó como evidencia otra joya dejada en la cuneta contigua al estacionamiento.

De hecho, los técnicos del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) inspeccionaron hasta el zafacón de esa casa vecina y los fiscales decidieron solicitar anoche una orden de allanamiento para buscar evidencia adicional.

La pesquisa fue conectando sus piezas tras unos vecinos de la calle Antonio Latorre, en la urbanización Country Club, llamar a la Policía para indicar que en un pastizal cercano a un caño había dos sujetos tratando de esconder una guagua.

Encuentran su guagua

El vehículo resultó ser una Chevrolet Silverado, propiedad de Ocasio Rodríguez, que se atascó en el lugar.

Cuando llegaron los policías del cuartel de Monte Hatillo, alcanzaron a arrestar a uno de los sujetos, mientras que el segundo huyó.

El detenido, de 15 años, resultó ser vecino de la mujer asesinada.

Anoche se sometería a interrogatorio al detenido, cuyo hermano llegó a la escena a eso de las 2:00 de la tarde exigiéndole a la Policía que lo dejara entrar a su casa, lo cual se le impidió.

Conforme pasaban las horas llegaban más familiares y compañeros de trabajo de Enid que no salían de su sorpresa por el salvaje asesinato.

Ocasio Rodríguez trabajaba como gerente de la compañía Benny Ocasio Vending Machine Service, propiedad de su padre.

William Flecha, empleado de la compañía, fue uno de los primeros en enterarse de lo ocurrido y declaró que hacía sólo meses que la joven madre se había mudado al lugar con sus hijas.

“Estaba encantada con el sitio, porque se mudó hace poco tiempo. Yo le había montado las lámparas y unos abanicos. Estaba contenta”, declaró con tristeza.

De su lado, Justo Ortiz Rodríguez, padre de la niña de cuatro años, manifestó que al parecer la mujer había sido asaltada en su residencia.

“Para mi sería nuevo”, respondió Ortiz cuando se le preguntó si ella le había manifestado alguna vez que sentía temor en el lugar.

De su lado, los vecinos de la urbanización del frente, que no conocían personalmente a Enid, indicaron que ése es un lugar tranquilo.

Pero, una vecina relató que hace varias semanas la Policía se movilizó al lugar porque los hermanos que vivían al lado de Enid estaban peleando en el medio de la calle en horas de la noche, situación que les causó alarma.

El caso es investigado por el agente de Homicidios Samuel Encarnación y la fiscal Yamil Andújar.