Uno de sospechosos de participar en el crimen del sargento Alfred Zanyet Pérez, ocurrido durante la noche del 15 de febrero de 2019, mientras realizaba labores como encubierto en un negocio del barrio Duey Bajo, en San Germán, fue asesinado anoche en esa comunidad.

Joseph Montañés Quiles, de 42 años, fue baleado al lado de su vehículo Kia Soul, a eso de las 11:36 p.m. de ayer, jueves. En el interior del automóvil se ocupó un arma de fuego.

El individuo tenía expediente criminal por violación a la Ley de Sustancias Controladas, por Ley 54 para la Prevención e Intervención con la Violencia Doméstica y destrucción de prueba.

Joseph Montañez Quiles, de 42 años, quien figuraba como sospechoso de participar en el crimen de un agente encubierto en el 2019,  fue baleado al lado de su vehículo Kia Soul.
Joseph Montañez Quiles, de 42 años, quien figuraba como sospechoso de participar en el crimen de un agente encubierto en el 2019, fue baleado al lado de su vehículo Kia Soul. (Suministrada )

La participación de occiso en el crimen del agente encubierto fue investigada por la División de Homicidios de Mayagüez, sin embargo, no figuraba como el gatillero que ultimó a Sanyet Pérez.

Alfred Sanyet Pérez (Archivo)
Alfred Sanyet Pérez (Archivo)

El agente ingresó al Negociado de la Policía de Puerto Rico en el 2001 y para el 2010 fue reclutado como agente encubierto como parte de la desaparecida iniciativa del Golpe al Punto y para el 2012 investigó el crimen del sargento Abimael Castro Berrocales, adscrito a la División de Patrullas de Carreteras del área de Mayagüez ocurrido en Cabo Rojo ante la sospecha de que pudiera haber policías involucrados.

Para el 2016 fue removido de laborar en el área policíaca de Mayagüez debido a que había realizado numerosos trabajos y transacciones con delincuentes, especialmente en San Germán porque su identidad estaba comprometida.

Aun así, un año antes de ser asesinado, fue asignado a trabajar en el barrio Duey Bajo en San Germán, donde un narcotraficante apodado Joseph había sembrado el terror debido a los constantes tiroteos contra el negocio donde realizaba la transacción el agente, para mantener el control de su ruta que se extiende hasta Hormigueros.

El comerciante era el objetivo de los sicarios quienes lo habían amenazado.

Transcurridos más de dos años del asesinato el caso que cuenta con el apoyo de las agencias federales no ha sido esclarecido.