Balacera en Lloréns Torres deja tres muertos y tres heridos
Tres hombres fueron asesinados y dos se encuentran heridos de gravedad en una balacera ocurrida a eso de las 5:00 de la tarde entre los edificios 8 y 9 del residencial Luis Llorens Torres, en San Juan, convirtiéndose en la sexta masacre que ocurre este año en Puerto Rico.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
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El residencial Luis Lloréns Torres, de Santurce, se convirtió esta tarde en el escenario de la sexta masacre del año que ocurre en la Isla, tras suscitarse una balacera que dejó el saldo de tres hombres muertos, uno que se debatía entre la vida y la muerte y dos heridos.
Los heridos fueron identificados como Alexis Rodríguez Ramos, quien sufrió una abrasión en el dedo pulgar derecho su hermano, Josué Rodríguez Ramos, quien tiene una herida en la cabeza que lo mantenía recluido en estado de coma; y José Juan Sierra Rivera, de 27 años, alias "Bebé", quien recibió un balazo con entrada y salida en la pierna izquierda.
Estos hechos de violencia acabaron con la tregua que desde hace seis meses reinaba en el residencial, que fue ocupado por la Policía desde el 20 de febrero, fecha en la que ocurrió la segunda masacre del año, en la marginal Villamar en Isla Verde, cuyas cuatro víctimas eran vecinas del lugar, entre las cuales figuraba Luis A. Rodríguez Isaac, alias "Chacal", identificado por la Policía como el líder de los puntos de drogas del sector Cuatro Calles.
A eso de las 5:30 p.m., dos sicarios a bordo de un Volskswagen Jetta color blanco, llegaron hasta el frente del edificio ocho, donde se encontraba un grupo reunido frente a uno de los kioscos, y abrieron fuego indiscriminado contra ellos.
Los gatilleros huyeron hasta el lado opuesto del residencial, hacia el sector Cuatro Calles, donde abandonaron el vehículo de modelo atrasado frente al edificio 114, entrando por la calle Júpiter.
Una de las víctimas, identificada como Michael Cordero Guffey, de 22 años, había viajado a la Isla hace tres días, procedente de Estados Unidos, y se estaba hospedando en la residencia de su madre en el complejo de vivienda pública y según los investigadores, éste podría haber sido el objetivo de los pistoleros.
También se especulaba que la matanza se relacionaba con una guerra con un punto de la calle Loíza y otra que vinculaba el crimen a disputas con la poderosa pandilla de Cuatro Calles.
En la escena había decenas de personas que por lo bajo murmuraban sobre lo sucedido, pero al ser abordados, alegaban que no eran residentes del lugar, que aun cuando estaban en balcones del edificio ubicado frente a la escena no podían decir qué sucedió y ni siquiera si las víctimas eran residentes del sector conocido como El Siete y Los Menores.
El superintendente de la Policía, José E. Figueroa Sancha, declaró que cuentan con la cooperación de agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) y que aún no han decidido si asumirán jurisdicción de la pesquisa o continuará siendo compartida.
Al preguntársele cuándo la Policía había concluido la ocupación del residencial -donde un destacamento estatal opera en su interior-, insistió en que desde que ocurrió la masacre en la que murió el Chacal, de 29 años, la Policía tenía vigilancia permanente en el residencial, que para esa fecha fue ocupado.
"Había vigilancia en este sector completa, pero cuando pasa la patrulla, aprovechan el momento para entrar".