El motivo del asesinato de Jeniffer Michelle Maldonado Padua de 33 años, cuyo cadáver fue encontrado anoche en un risco a orillas de un río en el kilómetro 62 de la carretera PR-123, del barrio Río Abajo, en Utuado, luego de que su compañero de trabajo les confesara a los investigadores su crimen, no ha sido establecido.

Hasta el presente, no se ha encontrado evidencia de que hubiese una relación sentimental entre los dos guardias de seguridad de la compañía Bridge Security Services, ya que el detenido, identificado como Anthony Salvá Rivera de 26 años, alias Pipi, solo llevaba una semana trabajando en la Planta Central Hidroeléctrica en el lago Dos Bocas, en Arecibo. También se desconoce si se conocían desde hace algún tiempo.

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“Nadie, ni siquiera él ha dicho que tuvieran una relación. No sabemos qué lo motivó a hacer esto, porque simplemente él habla que tuvo una discusión con ella y no hay testigos y él lo que llevaba era apenas una semana trabajando allí”, comentó el teniente Carlos Vélez, director interino del Cuerpo de Investigaciones Criminales de Arecibo.

Por tal razón, se indaga si existen los elementos para establecer que se trató de un secuestro y el asesinato como un feminicidio no íntimo.

También se espera por los resultados de la autopsia que se le realiza al cadáver en el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) para confirmar o descartar si la mujer fue víctima de una agresión sexual debido a los antecedentes penales del detenido.

“Si aquí ha habido algún tipo de violación eso en el examen forense también nos lo dirá si ocurrió en efecto o no”, respondió explicó el teniente coronel Roberto Rivera Miranda, superintendente auxiliar de Investigaciones Criminales.

Salvá Rivera, para el mes de junio del 2019, fue acusado por cargos de agresión sexual contra una adolescente, escalamiento agravado, daños y amenaza, pero en la etapa de juicio por jurado fue declarado culpable solo por el delito de escalamiento.

“El sale bien en los delitos de violación y sodomía en ese juicio por jurado, pero es encontrado culpable por el escalamiento y posterior a ello tuvo un caso de exposiciones deshonestas donde también salió culpable”, agregó Rivera Miranda.

Anthony Salvá Rivera, fue acusado en el 2019 por cargos de exposiones deshonestas, agresión sexual, escalamiento agravado, daños y amenaza, pero solo se sostuvo en el tribunal el cargo por escalamiento.
Anthony Salvá Rivera, fue acusado en el 2019 por cargos de exposiones deshonestas, agresión sexual, escalamiento agravado, daños y amenaza, pero solo se sostuvo en el tribunal el cargo por escalamiento. (Suministrada )

De acuerdo con la querella, Maldonado Padua llegó poco antes de las 6:00 a.m. de ayer, martes, al estacionamiento de la planta en su vehículo marca Kia Rio, color gris y del año 2018, para relevar a Salvá Rivera donde surgió una discusión por motivos que no han sido revelados y la obligó a abordar su vehículo Toyota Corolla, color verde oscuro, modelo del 2001 al 2002.

En el interior de su carro, la mujer dejó una cartera, llaves en el encendido, su teléfono celular y una bolsa de papel con su desayuno.

A eso de las 7:00 a.m. él llama a sus supervisores para decirles falsamente que ella se había ido en un auto color negro con un individuo que la obligó a montarse y que no entró a su turno de trabajo.

Debido a estas alegaciones, comenzaron los interrogatorios porque era el único testigo de los hechos, que resultaron ser falsos según avanzaron las horas y se amplió la pesquisa ya que con la evidencia obtenida se reveló que estaba mintiendo y al ser confrontado finalmente los llevó hasta la escena.

“Tenía heridas de arma blanca, golpes en el área de cabeza, del ojo derecho, de verdad que tenía más de 15 puñaladas”, agregó Rivera Miranda.

Se espera que el arma punzante esté en el interior del vehículo enfangado de Salvá Rivera, el cual será inspeccionado durante el día de hoy. También se indagará si la mujer fue golpeada y colocada en el baúl para transportarla hacia el apartado sector donde fue arrojado su cuerpo.

En un zafacón exterior aledaño al residencial Fernando Luis García en Utuado, donde reside, se recuperó ropa ensangrentada que se presume le pertenece al sospechoso. La misma será analizada.

Maldonado Padua es la vigésimo sexta mujer asesinada en la isla en lo que va de año.

Las autoridades se aprestan a radicarle cargos al autor confeso del asesinato durante el día de hoy en el Tribunal de Utuado.

Rivera Miranda reveló que el hombre no tiene licencia para ejercer el oficio de guardia de seguridad ni licencia de armas de fuego, por lo que no se explica cómo consiguió el trabajo en esa compañía.

Este medio llamó al teléfono que tiene registrado la empresa que dice que opera las 24 horas, pero no hubo respuesta.

Por su parte, el director de la División de Expedición de Licencia de Seguridad, teniente Héctor Medina Delgado, asignó al agente José Maldonado para que investigue porqué Salvá Rivera ejercía labores de guardia de seguridad para la compañía sin estar autorizado.

El propietario de la empresa o el tenedor de la licencia, que está vigente hasta noviembre del 2022, será entrevistado por el investigador para inquirir sobre el asunto.

Se encontró un expediente del que se desprende que llevaba tres semanas laborando para la compañía y que había entregado un certificado de antecedentes penales y uno de la Ley 300 de Verificación de Historial Delictivo de Proveedores de Servicios de Ciudadano a Niños y Envejecientes de Puerto Rico, para la prevención del maltrato físico o abuso sexual de estas poblaciones.

Los documentos serán analizados para establecer su legitimidad.