Las autoridades continúan investigando un incidente ocurrido esta madrugada en Aguadilla en el que un policía franco de servicio se vio involucrado en un accidente de tránsito en el que el individuo que lo impactó presuntamente luego lo agredió provocando que este -con su arma de reglamento- le disparara en tres ocasiones.

El individuo falleció tras recibir un impacto de bala en el ojo derecho y en la parte superior de la tetilla izquierda.

Como parte del protocolo de investigación, al policía se le ocupó su arma de reglamento.

El comisionado auxiliar en Investigaciones Criminales, teniente coronel Rolando Trinidad, dijo que como parte de la pesquisa están realizando entrevistas y buscando alguna cámara en el área.

“Se activó el protocolo correspondiente, se notificó al fiscal, al Negociado de Investigaciones Criminales y al personal de Homicidios que están en el proceso de entrevistas y a ver si encuentran videos para corroborar la información”, mencionó.

También se unió la División Especializada en Investigación de Incidentes de Uso de Fuerzas.

Trinidad dijo que la investigación preliminar arrojó que el agente Raymundo González Candelaria, de 56 años y quien lleva 24 años en el Negociado de la Policía, viajaba junto a su esposa, su hija y sus padres a las 12:54 de esta madrugada por la carretera #2, cuando fue impactado por la parte de atrás por el conductor de otro vehículo, a la altura de Rooms To Go Outlet.

El impacto entre ambos vehículos fue “fuerte” y ambos sufrieron “bastante daños”.

El conductor del auto marca Suzuki, Steem, que impactó la guagua del agente, una Toyota Tacoma, fue identificado como Hernán Monroig Barreto, de 41 años.

Del informe de la Policía se desprende que el uniformado que labora en la División de Transportación, Área Aguadilla, al sentir el impacto se bajó a verificar los daños y “aparentemente ocurre una discusión” entre ambos y Monroig Barreto, usando un rotén lo agrede. El agente resultó con hematomas en brazos y manos al intentar aguantar los golpes.

El mismo informe relata que el policía -que dijo que en un momento temió por su vida- empezó a darle comandos verbales al vecino del barrio Galateo Alto de Isabela y como no obedeció desenfundó su arma de reglamento, una pistola Smith & Wesson, calibre .40 y le disparó.

Preliminarmente se indicó que el policía ni el occiso se conocían.