Pese a que inicialmente opinaron que Pablo Casellas Toro era culpable del asesinato de su esposa Carmen Paredes Cintrón, la mayoría de los ciudadanos entrevistados hoy, jueves, respondieron que, de tener que juzgarlo en este momento, lo declararían inocente de todo cargo porque no han evaluado la evidencia que pesa en su contra.

En la continuación del proceso de selección de jurado, que se celebra en el Tribunal de Bayamón, el licenciado Harry Padilla Martínez formuló a los candidatos preguntas relacionadas a la presunción de inocencia y el derecho del acusado a permanecer callado durante el juicio.

"Inocente", afirmó a coro el primer panel, cuando el letrado indagó cómo votarían si se retiraran a deliberar hoy.

Relacionadas

Ese panel, compuesto por 10 ciudadanos, explicó que cambió de postura por las instrucciones que impartió el juez José Ramírez Lluch y no porque recibieron información adicional sobre el caso.

La fiscal Janet Parra Mercado, por su parte, realizó preguntas sobre la violencia doméstica y el impacto del uso del alcohol y las drogas en el comportamiento de una persona, entre otros asuntos.

Todos los candidatos a jurados afirmaron que no existía razón para responder con violencia ante una situación, mientras que la mayoría indicó que el Estado debe intervenir en situaciones de violencia familiar.

El tema de la publicidad y su impacto en este caso se quedó a medias. Solo dos jurados fueron entrevistados sobre este asunto.

Ambos indicaron que su posición se formó por la información que recibieron de los medios de comunicación y por intercambios con amigos y familiares.

Ante esta situación, el juez Ramírez Lluch citó a los ocho candidatos a jurado a regresar en dos semanas.

En la tarde, un panel de 12 ciudadanos se expresó dividido en torno a la presentación de prueba de la defensa.

Algunos afirmaron que no tomarían de forma adversa la decisión de la defensa de Casellas Toro de no presentar prueba, pero otros respondieron que si no presentaba prueba tomarían esta acción como una señal de su culpabilidad.

En ese intercambio, dos hombres aceptaron que no podían juzgar al acusado de forma imparcial porque pensaban que era culpable. Poco después el juez Ramírez Lluch los excusó y no pasaron a la ronda de preguntas sobre la publicidad.

Entre los potenciales jurados existe una opinión negativa de los medios de comunicación. Todos afirmaron que la prensa no siempre dice la verdad.

En medio de la tensión de las preguntas también surgió un momento jocoso cuando una anciana del segundo panel reveló que no sabía que era "Google".

 En sala se ha apreciado que los potenciales jurados tienen una opinión formada del caso formada por lo que escuchan en la calle y los medios de comunicación, pero la mayoría desconoce detalles específicos del caso.

 El licenciado Padilla Martínez, quien comparte labores de defensa junto a Arturo Negrón García y Juan Ramón Acevedo Cruz, expresó al salir de sala que dará trabajo conseguir un jurado imparcial en este caso saturado por la publicidad.

"Pienso que va a ser bien trabajoso todavía tener un panel objetivo", opinó.

"Los estudios que se han hecho sobre este tema tienden a indicar que una persona que tiene una opinión formada sobre el tema le es bastante difícil cambiar esa opinión, aun cuando puede aseverar que ha la ha cambiado", agregó sobre ese aparente cambio en los potenciales jurados.

El Ministerio Público, representado por los fiscales Sergio Rubio Paredes, Parra Mercado y Phoebe Isales Forsythe, aseguró, contrario a Padilla Martínez, que alcanzarán esta meta.

"Siempre dijimos que podíamos encontrar un jurado que juzgue justa e imparcialmente y estamos seguros que lo vamos a lograr", apuntó Rubio Paredes.

Con bastón Casellas