Causa para juicio a hombre que mató militar de la Guardia Nacional
La jueza Laura Lis López Roche determinó causa para juicio contra Héctor Fernández Meléndez, a quien se le imputa matar a su amigo Julio Loyola Vélez, un militar de la Guardia Nacional.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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La jueza Laura Lis López Roche, del Tribunal de San Juan, determinó causa para juicio contra Héctor Fernández Meléndez, a quien se le imputa matar a su amigo Julio Loyola Vélez, un militar de la Guardia Nacional de Puerto Rico, el 8 de julio de 2011.
Con el rostro serio y sin revelar emoción, Fernández Mélendez escuchó las palabras de la magistrada, quien fijó la lectura de acusación para el 28 de noviembre próximo.
El juicio por un cargo de asesinato y dos violaciones a la Ley de Armas iniciará el 12 de febrero próximo. Fernández Meléndez está libre bajo fianza de $70 mil pagada con el 10 por ciento.
Antes de someter su caso, el fiscal Eduardo Beale sentó a testificar al agente Samuel Bermúdez Berríos, de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales de la Policía (CIC).
Bermúdez Berríos relató que, como parte de su investigación, entrevistó a varios familiares y amigos de Loyola Vélez.
Primero entrevistó a la mujer que acompañaba al hombre la fatídica noche que cayó muerto en la carretera en un área cercana a la avenida Campo Rico en Carolina.
La mujer le contó que salió con su amigo a comprar unas refrigerios cuando otro vehículo empezó a molestarlos en la carretera haciendo cambios de luces y pegándose al carro que guiaba Loyola Vélez.
Loyola Veléz detuvo su vehículo en un solo en el cruce la aveinda Campo Rico y la Ramal 8. Luego se bajó del carro y realizó varios gestos al conductor del otro vehículo, según la versión que la testigo ofreció al oficial. Entonces el conductor del otro vehículo disparó contra su amigo.
Ella describió al atacante como un hombre de tez blanca, sin cabello, “good looking” (atractivo), ni gordo, ni flaco y parecido al actor estadounidense Vin Diesel. Según Bermúdez Berríos, la testigo enfatizó en la nariz del atacante “que no era perfilida, ni ancha, y media grotezca”.
A Fernández Mélendez, quien es calvo, lo entrevistó el 1 de noviembre 2011, en las oficinas del CIC en el Cuartel General en Hato Rey.
“Me manifestó que lo conocía como amigo. Que su relación era bastante estrecha y se telefoneaban”, indicó el agente, que asumió la investigación un día después de los hechos.
Señaló que el acusado le contó que el 8 de julio -a eso de las 5:00p.m.- llamó a su amigo cuando salió de trabajar de un restaurante en Condado para ver si éste podía darle pon a su residencia. Que Loyola Vélez le dijo que no podía, así que tomó el tren para llegar a su casa.
Inicialmente, la entrevista con Fernández Meléndez no despertó ninguna sospecha en el agente, pero luego que conversa con una prima de la víctima, Vangie Portela, quien le lleva unas fotos del acusado bajadas de Facebook, que comienza a enfocar su investigación en el hombre.
En la conversación con Portela el 5 de diciembre de 2011, la mujer le dice que la descripción que la mujer ofreció le recordó a Fernández Meléndez. Por ello, decide bajar las fotos de Facebook y enseñarselas a ella, quien según el agente, se descontroló al ver las imágenes.
“Refresco mi memoria y veo que la descripción es igual a la de Héctor Fernández Meléndez”, indicó el agente.
Después solicitó a través de una orden del tribunal las hojas de asistencia al trabajo de acusado y descubrió que el día de los hechos no se presentó a trabajar.
Meses después, el 21 de agosto de 2012, citó a Fernández Meléndez a una rueda de confrontación, pero el hombre no se presentó al Cuartel General. Realizó la rueda de confrontación a través de fotografías y la mujer “rápidamente” identificó al acusado.
En su contrainterrogatorio, el abogado Alex Omar Rosa Amber trató de sembrar dudas en la investigación del agente, quien reconoció que no entrevistó a los vecinos del área de donde ocurrieron los hechos.
Bermúdez Berríos tampoco indagó si la mujer -la testigo principal del caso- había consumido alcohol la noche del 8 de julio o si llevaba sus espejuelos cuando presenció el asesinato de su amigo.
El agente indicó -a preguntas del abogado- que la mujer observó durante “varios segundos” al atacante y que se encontraba a 30 o 40 pies de distancia de éste al momento de los disparos.
Rosa Amber también cuestionó la rueda de confrontación fotográfica, donde seis de los 9 hombres tenía pelo.
A su salida de sala, el fiscal Beale se mostró complacido con la decisión de la jueza y confiado en que prevalecerá en el juicio.
El abogado Rosa Amber, por su parte, cuestionó que el ministerio público todavía no ha haya establecido la motivación para el crimen.
“No han podido establecer hasta ahora que motivó esto. Todo lo contrario, esto fue una sorpresa para todos involucrados porque estos muchachos eran amigos. Tanto así que vivieron juntos un tiempo. Aquí no hay explicación para que esto ocurriera”, afirmó.
También expresó preocupación por las fotografías de Facebook que se admitieron como evidencia.
“La preocupació princial que yo siempre tuve de esta vista preliminar es que se admitieron como evidencia unas fotografías de una indagación que se hizo en facebook y que resultó que nadie había hecho porque a los cuatros testigos se les preguntó quién había imprimido las fotos y ninguno contestó en la afirmativa”, indicó Rosa Amber.