La jueza Laura Lis López Roche, del Tribunal de San Juan, determinó hoy causa para juicio contra Francheska Soto Meléndez por un cargo de maltrato de menores por negligencia.

La jueza consolidó dos cargos en uno bajo la modalidad de negligencia por las condiciones insalubres donde residían y por no proveer tratamiento médico ni poner vacunas a su hija.

El juicio en contra de la madre joven, de 19 años, se verá el 24 de octubre entrante.

"Mi interpretación es que encontraron causa por ser pobre", reaccionó el abogado Marcos Rivera, defensor de Soto Meléndez.

La fiscal Melissa Vázquez presentó a tres testigos en la audiencia preliminar, entre las que estaba Rosaura Vázquez, vecina de la imputada en el caserío Los Laureles en Cupey, Río Piedras.

Vázquez declaró que el 2 de junio pasado, cuidaba a la bebé de un año de Soto cuando notó que tenía el área genital hinchada, roja, “mal oliente y con pú”, por lo que la llevó al hospital Auxilio Mutuo Express en Cupey, Río Piedras, no sin antes llamar a la madre, pero se quedó callada.

La vecina declaró que la conocía desde marzo y cuidaba a la pequeña siempre que Soto tenía alguna molestia por su tercer embarazo e iba al hospital, y que en una ocasión se quedó con ella por casi una semana.

Relató que notó que Soto trataba mejor a su hijo de tres años y que le dijo que era porque la pequeña fue producto de una violación. Agregó que Soto le ofreció a la bebé en adopción, pero declinó.

La agente investigadora, Marlin Sánchez, dijo que un trabajador social llamó a la División de Delitos Sexuales indicando que había un caso de posible abuso sexual y maltrato contra la niña de un año.

Cuando Sánchez la vio, "era una niña inmóvil, llorando, bien poco aseo, se veía triste y cuando le quitaron el pañal, vi esa área genital que era algo que daba lástima, como negra, enrojecida, con secreciones, hinchada, algo desagradable".

No obstante, la bebé fue evaluada por la directora del Programa Biosicosocial de Maltrato de Menores y Agresión Sexual, Brenda Mirabal, quien descartó la posibilidad de que se tratara de un caso de abuso sexual, como se sospechó en un principio. Sí destacó que había maltrato por negligencia en el cuidado de la menor y que tenía ulceración impétigo, que es una infección en el área genital.

Destacó que la bebé no había sido vacunada ni visitado a un pediatra desde que nació.