Una jueza encontró hoy causa para juicio contra Axel M. Gollena Morales, de 24 años, que enfrenta cargos por agresión grave y maltrato de menores por mutilar el pene de su hijastro.

Un trabajador social declaró en el inicio de la vista preliminar en contra del acusado cómo el niño de 4 años que presuntamente fue agredido en el pene hace mes y medio y su hermano de 6 años le contaron por separado del ataque cometido por su padrastro.

Asimismo, según el testimonio en el Centro Judicial de Caguas del trabajador social del Departamento de la Familia, Héctor Xavier Pérez Torres, también el imputado Gollena Morales hizo una admisión de los hechos, dijo el imputado.

Durante el inicio de la vista preliminar contra Gollena Morales ante la jueza Ileanexis Colón Martínez, de la sala 201 del Tribunal de Caguas, el segundo testigo del ministerio público dijo que el 31 de agosto la víctima de cuatro años le contó del ataque del ahora acusado, que ocurrió en la casa de la abuela en Gurabo porque esa noche pernoctaron ahí él y su hermano de seis años. La abuela no se encontraba en la residencia porque estaba trabajando, se explicó, aunque en la casa había otras personas.

“Él (el niño) me dice que vive con su mamá y Axel, que esa noche se quedó con su abuela, que cuando él llegó a la casa a buscarlo, le dice que quiere hacer pipí, lo llevó al baño y luego, cuando regresó al cuarto, le golpeó el ojo, luego el otro, le dio en la cabeza y luego le agarró el pipi hasta que botó sangre”, dijo el testigo a preguntas de la fiscal Rocío Gracia, quien lleva el caso en esta etapa junto al fiscal de distrito Yamil Juarbe.

“El menor dice que no era la primera vez que Axel le daba pero que si era la primera vez que le agarró el pipi”, sostuvo Pérez Torres.

También, entrevistó al hermano de 6 años de la víctima, quien estaba en la habitación al momento de la agresión.

“Él (el menor de 6 años) me relató que vio a Axel dándole a su hermano, le haló el pipi hasta que botó sangre, le estaba tapando (la boca a su hermano), que le hizo ‘shhh’, silencio, y le haló el pipí hasta que botó sangre. Eso me lo repitió varias veces. También, me dijo que tenía miedo que le pasara lo mismo”, testificó el trabajador social.

El menor también le dijo que no era la primera vez que Axel le pegaba, según el testigo. “Que Axel le pegaba cuando mamá no estaba en la casa”, señaló.

Mientras, según el testigo, el propio Gollena Morales le dijo que llegó a halar el pene del menor, aunque aseguró que era porque quería revisar si el chiquillo se prestaba a orinar.

“Yo le halé el pipí, pero no era para que pasara eso”, indicó Pérez Torres.

Además, contó que el día de los hechos entrevistó a la doctora en turno y a una trabajadora social del Centro Médico y “se me informó que (el menor) llegó con una lesión en el pene circunferencial… esa herida la habría causado un objeto cortante, me explicaron que era como una circuncisión al revés”.

Agregó que en medio de su investigación social también trascendió que la madre del menor, según una policía y personal área psicosocial del Centro Médico, trató de que el menor de 4 años cambiara su testimonio. Esto llevó a que se solicitara de emergencia la custodia de los menores. Actualmente, los niños de la mujer se encuentran bajo la custodia del Departamento de la Familia, explicó.

En el cuarto había manchas de sangre cerca de un abanico, agregó.

A preguntas del abogado de defensa Mario Moczó, el testigo dijo que la entrevista con el menor duró unos 20 minutos, que no encontró un rastro de sangre en la habitación donde se alega ocurrió el ataque, que nadie más de las otras personas que vivían en casa de la abuela escucharon un forcejeo más allá de lo que alegan los menores, y que su cliente no le dijo a nadie más la admisión de que había agarrado el pene del niño. Dijo que no procedió a denunciar la confesión y la sangre a la policía, a lo que el abogado le dijo que debía remitirle esa información al agente encargado del caso.

También hoy testificó Olga Bonilla del Valle, abuela del niño, quien vive con el menor y dijo que acudió al hospital donde se encontraba el menor. “Me dicen que el nene está sangrando por el pipi”, sostuvo la mujer, quien limpió la sangre en el cuarto cuatro días después de los hechos.

Asimismo, a preguntas de Moczó la mujer declaró que su nieto y Neisha Sánchez, una de sus hijas y madre del menor, no le dijeron –al menos el día de los hechos- que el ataque fuera ejecutado por el hoy acusado.

El joven, representado por Moczó González y Lester Arroyo Crespo, enfrenta cargos por agresión grave y violación a la Ley para la Seguridad, Bienestar y Protección de Menores.

Está preso porque no pudo pagar la fianza de $1 millón que se le impuso.

El tercer testigo es el doctor Raúl Fernández, actualmente terminando urología en el Recinto de Ciencias Médicas y quien estuvo presente y documentó la intervención del menor.

“Lo que sorprende es que es circunferencial en todo el pene. Es como si uno se quita una camisa o una media y se queda al revés”, describió.

Fernández también apuntó que el menor tenía varios hematomas y laceraciones de “horas o entre uno o dos días”. Mostró, además, cinco fotos antes de la reparación y cuatro posteriores tomadas el pasado 31 de agosto.

El perito declaró que “es muy poco probable” que la herida hubiera sido autoinfligida. Sin embargo, apuntó que “sí pudo haber sido causado por un halón.

A preguntas de la defensa, Fernández contestó que la lesión “fue reciente” porque no presentaba indicios de necrosis en el área y los “bordes estaban demarcados y rosados”.

La jueza pautó para el 30 de octubre la vista de lectura de acusación. Mientras, el juicio iniciará el 10 diciembre.