El juez Rubén Serrano Santiago, del Tribunal de Primera Instancia de Ponce encontró esta tarde causa para juicio contra Jiovan Francisco Ortiz Soto, imputado de violar y asesinar a su pequeña hija, April Thais Ortiz Quiñones, en hechos registrados el 7 de junio de este año en Guayanilla.

Ortiz Soto, que enfrenta un cargo por asesinato en primer grado, cuatro por incesto y cuatro por agresión sexual, tendrá su lectura de acusación el 28 de septiembre a las 9:00 de la mañana. Mientras que el inicio del juicio quedó pautado para el 20 de octubre.

Antes de anunciar su determinación, el magistrado pudo escuchar el testimonio de la patóloga forense, Rosa Rodríguez Castillo, quien certificó ayer en vista preliminar, que la muerte de la niña de dos años fue producto del “síndrome del niño maltratado”, según la autopsia practicada al cuerpo de la menor.

Además, la perito del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) validó que la pequeña recibió múltiples lesiones, incluyendo agresión sexual, además de que en su organismo se encontró la presencia de fentanilo sin fines médicos, de acuerdo con el análisis toxicológico.

En su testimonio, Rodríguez Castillo describió los traumas encontrados en el cuerpo de la occisa.

Detalló que presentaba “múltiples traumas a nivel de la cabeza, tórax, abdomen, manitas, brazo, antebrazo y en el área genital y anal”.

“¿Qué pudo observar?”, preguntó la fiscal.

“Podemos observar unas lesiones traumáticas en patrón, contusión en la nariz, lesión en la rodilla derecha, muslo derecho e izquierdo y parte de la intervención médica”, contestó.

“En el cuerpo bocabajo, podemos observar unas lesiones cicatrizadas no recientes en la región glútea, otras en las extremidades y las manos. No son agudas de ese momento, no le puedo establecer un tiempo, de aproximadamente un mes”, apuntó.

De otra parte, la defensa integrada por Emanuel Gierbolini y Julián Claudio Gotay, sometió un certificado forense del cual alegan no detectó “ADN humano y ADN masculino” en las piezas analizadas.

El documento solo fue recibido por el tribunal, no sin antes que el juez leyera su contenido y, minutos después, emitiera su decisión. Igualmente, el magistrado tomó recibo del informe médico forense y ocho fotografías, entre otra evidencia sometida por el ministerio público.

“A nosotros no nos sorprende (la determinación del juez). Nosotros no argumentamos nuestro caso, al igual que la fiscalía. Esto tendrá que resolverlo un jurado, en su momento”, expresó el licenciado Gierbolini a su salida de la sala 402.

Al ser confrontado por una supuesta confesión escrita por el imputado, el letrado aseguró que “la escribió el policía. No es escrita por nuestro representado ni firmada por él”.

“Aquí, la Policía está diciendo que obtuvieron una confesión, pero la escribieron ellos en su puño y letra”, argumentó, mientras cuestionó la presencia de la potente droga en el cuerpo de la menor, según salió a relucir durante el proceso.

“¿Cuántas personas estaban a cargo de esta menor? ¿Quiere decir que, Jiovan es el único responsable de que el fentanilo esté en el cuerpo de ella? Eso no está en la confesión que ellos (el ministerio público) alegan”, insistió.

Al emitir su determinación, el juez instruyó a las fiscales Natalia Zambrana Quintana, Natasha Muñoz y Marjorie Gierbolini para que enmendaran las horas contenidas en las denuncias, referentes al tiempo cuando, presuntamente, se suscitó la agresión sexual.

Por su parte, las representantes del ministerio público manifestaron que, cuentan con cerca de 25 testigos, entre otra evidencia para probar el caso más allá de toda duda razonable.

Sin embargo, la fiscal Gierbolini no quiso adelantar si, entre los declarantes se encuentre la madre de la víctima, Naiari Quiñones Rivera, quien el pasado viernes renunció a su vista preliminar y se dijo que podría negociar inmunidad parcial para declarar en contra del padre de sus hijas.

“Son varios testigos que son piezas clave para corroborar todos los eventos”, sostuvo Zambrana Quintana al confesar que entre los testigos se encuentran familiares maternos de la menor asesinada.

Evidencia de agresión sexual

Durante su alocución esta mañana, la experimentada patóloga forense habló de las lesiones encontradas en el área genital de la menor que confirman “agresión sexual”.

“En la parte anal, podemos observar unas lesiones no recientes de diferentes tamaños y lesiones internas recientes que se describen como las manecillas del reloj, que son contusiones. La parte rojiza son las contusiones. Es interno”, sostuvo.

“En un acercamiento se puede ver el enrojecimiento de la parte interna. Son (lesiones) propinadas por penetración del pene o algún objeto insertado en el área vulva y el ano. Las lesiones son compatibles con una agresión sexual, ya sea con el pene o con algún objeto”, insistió.

Para explicarlo, destacó que, “son unos traumas recientes y son propinados, intensionales. No es producto de que la niña se lo haya hecho o se haya caído. Las lesiones detrás de la vulva son propinadas”.

En cuanto a los hallazgos internos, Rodríguez Castillo resaltó la presencia de 15 hematomas subdurales, que “se producen cuando recibe golpes en la cabeza”, perpetrados en un tiempo indeterminado antes de su muerte.

Otro de los traumas que le ocasionaron la muerte, según la perito, se encontró en el área del bazo, mediante “un sangrado que era demasiado extenso” que aumentó el tamaño del órgano. “Este bazo no tiene ninguna célula inflamatoria de alguna lesión viral, sino tenía sangre producto del trauma”, explicó.

Por otro lado, el análisis toxicológico reflejó la presencia de fentanilo.

“Tenemos que es positivo para fetalillo. Su presencia es por uso no médico, eso produce (estado de) inconciencia. Fue administrado de forma ilegal”, denunció.

“Esta sustancia en el cuerpo de la menor, le fue administrada en un contexto no médico. La niña llega inconsciente (al hospital), con problemas respiratorios”, abundó al ser interrumpida por el licenciado Julián Claudio Gotay, quien aludió a que “ella interviene en ese caso para certificar la muerte y, no para hablar de las condiciones en que llega”.

No obstante, la fiscal intervino para aclarar que, “ella está aquí como perito; a base de lo que verificó, llega a estas conclusiones”.

“El testimonio de un perito es una opinión. No ha lugar”, dijo el juez.

Tras divulgar el análisis de la autopsia, la patóloga concluyó que, “la causa de muerte (de April Thais) fue el síndrome del niño maltratado, por los traumas recientes y anteriores. Por las lesiones cicatrizadas y recientes con patrón propinado en todo el cuerpo. Fueron varios eventos de diferentes tiempos de lesiones agudas y cicatrizadas”.

Contrainterrogatorio

Al contrainterrogar a la testigo, el abogado Emanuel Gierbolini, alegó que, según la conclusión Rodríguez Castillo, “la causa de muerte fue por el síndrome del niño maltratado; es que incluyeron muchas cosas en la causa de muerte”.

“No puede decirle al tribunal que tal lesión fue la que causó la muerte. En otras palabras, el cuerpo que usted examina recibió contusiones en determinado tiempo”, apuntó.

Sin embargo, la patóloga contestó en múltiples ocasiones que “tiene lesiones de contusiones en patrón. Las lesiones de la cabeza, bazo y abdomen fueron las que causaron la muerte. Y por los golpes recientes le acabaron de dañar el cerebro”.

“No puede determinar si quien propinó los golpes fue hombre o mujer. La agresión sexual no puede definir si fue un hombre”, insistió el letrado.

“No se puede concluir, pero no se puede descartar. Se descartó que las lesiones fueran provocadas por la menor. El trauma fue propinado con intención. No hay nada compatible con accidente”, contestó la testigo.

Testigos de la defensa

Más temprano, la defensa solicitó incluir como testigo a la madre de la menor y quien enfrenta -en un proceso separado- dos cargos de maltrato por negligencia y omisión intencional de la Ley 246 Para la Seguridad, Bienestar y Protección de Menores.

Además, el abogado Claudio Gotay pidió como segunda testigo a Zulivette Ortiz de quien se dijo es hermana del imputado.

“En cuanto la madre de April, tiene un caso a nivel de juicio, tiene su representación legal, le asisten unos derechos y no procede la instrucción de ella como testigo. Siendo ella acusada a hechos relacionados de los que se ventilan contra el imputado”, advirtió la fiscal.