Aunque este receso de Semana Santa registró dos asesinatos más que el mismo periodo el año pasado, el superintendente de la Policía, José Caldero, celebró los resultados del plan de seguridad implementado desde el jueves hasta este domingo.

“Entendemos que, gracias a la ayuda que hemos recibido de la ciudadanía y gracias a toda la Policía que estuvo envuelta en este plan, nosotros estamos complacidos con los resultados del mismo”, sostuvo Caldero durante una conferencia de prensa en el Cuartel General, en Hato Rey.

El jefe policiaco repasó estadísticas recopiladas durante el fin de semana para demostrar los efectos del plan, que contó con la participación de 2,500 agentes adicionales al personal normalmente activado durante un fin de semana.

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Mencionó que hubo 418 arrestos, la “mayoría” por sustancias controladas. Entre estos, figura el de José Cardona Latoni, hijo del juez del Tribunal de Bayamón José Cardona Rodríguez. El joven de 26 años fue arrestado en Fajardo en posesión de marihuana.

Durante los cuatro días, se ocuparon 21 armas de fuego, 24 vehículos y $14,056 en efectivo. Se expidieron también 851 boletos por conducir un vehículo manejando un teléfono celular y otros 272 por guiar en estado de embriaguez.

La cifra de conductores sobre el límite de alcohol permitido fue resaltada por Caldero cuando se le preguntó qué barómetro utilizó para atribuirle éxito a su plan.

“Sacamos a 272 personas conduciendo bajo los efectos (de bebidas) embriagantes, así que se pudieron haber evitado más accidentes fatales”, dijo.

A preguntas de la prensa, Caldero reconoció que el consenso entre los oficiales que supervisaron el plan de seguridad este año es que menos personas acudieron a las playas del país.

Aumentan a 137 los asesinatos este año

El fin de semana largo arrancó con la muerte de Ángel L. Morales Crespo, un joven de 26 años baleado a las 2:10 p.m. del jueves, frente al edificio 15 del residencial Quintana, en Hato Rey. La víctima apareció fichada por Ley de Armas.

A las 5:47 p.m. de ese día, Lemuel De Jesús Díaz, de 36 años, resultó herido de bala en el residencial Trina Padilla de Sanz, en Arecibo. La víctima murió el viernes de madrugada.

El viernes comenzó con la muerte violenta de Luis Omar Lamberti Gaztambide. El hombre de 29 años manejaba una Toyota Tacoma junto a otro individuo cuando les dispararon, a las 2:15 a.m., en la calle Ramón Emeterio Betances, de Mayagüez.

Lamberti Gaztambide, fichado por drogas y armas en el 2012, murió en el Centro Médico, en Mayagüez. Su acompañante, identificado como Manuel Feliciano Muñoz, recibió disparos en un codo, el costado izquierdo y la espalda. Su condición es estable.

Cuarenta minutos más tarde, el cadáver baleado de Rubén Darío Cordonés Toledo, de 24 años, fue encontrado frente a un apartamento del residencial San Andrés, en San Sebastián. El hombre era vecino de Lares, y fue ejecutado por un hombre enmascarado, según se desprende de la pesquisa.

A la víctima, se le ocupó un revólver cargado Smith & Wesson, y la Policía clasificó la muerte como una vinculada al trasiego de drogas.

El primer asesinato del domingo se produjo a las 6:10 a.m., cuando murió en el Hospital de la Universidad de Puerto Rico, en Carolina, David Reyes Ortiz, de 25 años. El hombre llegó al lugar a bordo de un auto Toyota Yaris manejado por un individuo llamado Luis Torres, quien presentaba una herida de bala en una mano. Según la pesquisa, ambos fueron atacados a tiros frente a un negocio de la avenida De Diego, en Puerto Nuevo.

A eso de las 9:30 a.m., fue hallado el cuerpo baleado de un hombre en un camino del barrio Morovis, en Río Grande. La víctima, de unos 5 pies y 7 pulgadas de estatura y 150 libras de peso, presentaba tatuajes en ambos brazos y en el pecho.

Con estos asesinatos, la cifra de muertes violentas en el año se coloca en 137, una disminución de 31 casos en comparación con la misma fecha el año pasado.