La investigación en torno a la muerte sospechosa de la confinada Shannet Ivette Colón Ponce de 23 años, ocurrida en el Centro de Rehabilitación de Mujeres en Bayamón el pasado 2 de junio, ha sido ampliada por la División de Homicidios para cubrir otros eventos previos que, aunque no relacionados, formarán parte de las entrevistas y evidencia recopilada que entregarán al Ministerio Público.

Según la teniente Idamaris Morales, directora de la División de Homicidios de Bayamón, la patóloga Edda Rodríguez del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) no les ha revelado los hallazgos de la autopsia. La directora del ICF, Dra. María Conte Miller ha indicado públicamente que la autopsia fue completada y que esperan por los resultados de pruebas científicas para determinar la forma en que murió la confinada.

“Estamos haciendo entrevistas, se están tomando declaraciones juradas y entregando ‘supoenas’ (citaciones y órdenes judiciales para suministrar evidencia). Son eventos anteriores que ocurrieron que no guardan relación con el hecho”, indicó la teniente Morales, quien no profundizó sobre las versiones que evalúan.

También se están solicitando los registros tanto del personal del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), así como de las confinadas, que tendrían que ser entregados por la mencionada agencia, entre otros requerimientos.

La secretaria del DCR, Ana Escobar Pabón, refirió al Negociado de Investigaciones Especiales (NIE) para que cubra el ángulo criminal y así ampliar la perspectiva de la pesquisa. La agencia también conduce a una pesquisa administrativa.

Una vez estén listos los resultados de la autopsia se reunirán con la patóloga, el investigador y la fiscalía para discutir los hallazgos antes de hacerlos públicos, detalló Morales, quien insistió en que la pesquisa no ha concluido, sino que, se están abarcando todos los posibles ángulos.

Las cámaras de seguridad del área donde ocurrió su muerte no estaban funcionando.

Inicialmente, la muerte de Colón Ponce, fue clasificada como un suicidio ya que la encontraron con una sábana amarrada al área del cuello, el rostro cubierto con una bolsa similar a las que se guardan en la covacha de esa zona y el otro extremo fue atado a una baranda que tiene el segundo piso y desde ahí es que cree que se lanzó, ya que se presumía sola sin otras confinadas cerca a excepción de una que estaba en el piso inferior que estaba en su celda.

La joven tenía que estar su celda durante 23 horas del día ya que se encontraba en módulo con un nivel de máxima seguridad y cuando ocurrieron los hechos se indaga si estaba sola porque era el único período de 1 hora que tenía asignado para salir y ducharse.

Colón Ponce, había recibido tratamiento en el hospital de Psiquiátrico de la Administración de Corrección de donde fue dada de alta el día antes de morir.

Su familia ha solicitado reiteradamente en varias protestas frente a la prisión donde murió y durante vistas públicas de la Comisión de Iniciativas Comunitarias, Salud Mental y Adicción del Senado, que se indagara si Colón Ponce fue golpeada por reclusas y guardias correccionales. También denunciaron que no se le proveía medicamentos para el trastorno de personalidad múltiple que padecía.

A la mujer se le radicaron cargos por hurto de un vehículo el 11 de abril en una gasolinera en Santurce y fue encarcelada el día 22 de ese mes al no prestar una fianza de $10,000.00.

El agente Edwin Rodríguez, adscrito a la División de Homicidios del CIC de Bayamón y la fiscal Gracielis Vega Bermúdez, tienen a cargo la investigación.