Citan para agosto a presunta sospechosa del crimen de su pareja en Sabana Grande
La mujer de 74 años se amparó en su derecho a no declarar.

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La fiscal Meilyn Ramos Rivera citó para el 13 de agosto a Ada Iris Robles Cruz, de 74 años, quien fue arrestada el jueves de la semana pasada, como presunta sospechosa del asesinato de su pareja consensual, Leopoldo Albino Cintrón, de 83 años, en el hogar que compartían en el callejón Roque Vidró del barrio La Torre, en Sabana Grande.
Ese día deberá comparecer ante las autoridades como parte del seguimiento de la investigación.
La mujer se amparó en su derecho a no declarar por recomendación de su abogado y se espera por los resultados del análisis de la escena del crimen y otra evidencia ocupada.
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Según su versión inicial, la septuagenaria narró que ambos llegaron a la casa a eso de las 3:00 p.m. y al entrar en la habitación escuchó cuando Albino Cintrón cayó al suelo. Inmediatamente, contactó a su hija, Dagmari Rosario y luego llamó al Sistema de Emergencias 9-1-1 para reportar lo sucedido, como un caso médico.
Durante la investigación, se determinó que la herida que el hombre presentaba en el pecho fue causada por un arma de fuego y se ocupó sobre una cama un revólver Rugger, calibre .357, que pertenecía al propio Albino Cintrón y para la que contaba con licencia de portación.
La muerte del octogenario, que se había considerado como “sospechosa”, se reclasificó como un asesinato el viernes pasado.
Se desconoce cuándo murió el octogenario antes de que se notificara a las autoridades.
La pareja llevaba una relación de 25 años y no habían procreado hijos entre ellos, había informado el inspector Joel González, director del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) del área de Mayagüez.
Tampoco se radicaron querellas por violencia doméstica entre la pareja, a pesar de que varios allegados mencionaron que se escuchaban discusiones. No se revelaron las razones.
Mientras que otros entrevistados opinaron que era una pareja feliz.
El cuerpo fue trasladado al Instituto de Ciencias Forenses (ICF) para fines de autopsia. El arma de fuego fue ocupada para su análisis pericial.
La escena del crimen fue alterada y se intentó limpiar la sangre.
El occiso era conocido como un trovador muy querido en su comunidad.
El agente Gabriel Cruz Izquierdo, adscrito a la División de Homicidios de Mayagüez y el agente Olfred Ortiz, de Servicios Técnicos, investigaron la escena.