El exjuez Hiram Sánchez Martínez será citado por la Oficina de Asuntos Legales de la Oficina de Administración de Tribunales para que declare ante esa dependencia sobre serias denuncias que hizo en una entrevista radial sobre irregularidades de miembros de la judicatura, se informó mediante comunicado de prensa.

“En la mañana de hoy advinimos en conocimiento de serias declaraciones que el exjuez Hiram Sánchez hizo en una entrevista radial. Es nuestra obligación atender tan serios señalamientos, que vienen de un exjuez que ocupó posiciones de alto liderato en la administración de la judicatura”, expresó en declaraciones escritas la directora administrativa de la OAT, Sonia Ivette Vélez Colón.

La actuación de la judicatura está bajo la lupa en tiempos recientes ante la acusación federal de soborno contra el juez de Aguadilla, Manuel Acevedo Hernández, y las alegaciones de irregularidades que llevaron al relevo de funciones de las juezas de Caguas, Sylkia Carballo Nogueras y Susana Serrano Mondesí.

El exjuez hizo sus declaraciones en una entrevista a la emisora radial WKAQ, y por ejemplo habló de magistrados que pasaban parte del día ingiriendo bebidas alcohólicas.

“Cuando yo comenzaba me quedaba con la boca abierta, de comportamientos irregulares. Sí, sí, yo escuchaba cuentos de jueces del pasado que trabajaban por la mañana y no se presentaban a trabajar por la tarde, a veces que alargaban el almuerzo, que tomaban de más en el almuerzo y algunos regresaban entrados en palos, y algunos no regresaban”, dijo el juez en la entrevista radial.

Las alegaciones de Sánchez Martínez serían referidas a la Unidad Especializada en Investigaciones que las evaluaría para decidir el curso de acción que corresponda. Por ejemplo, si sus declaraciones vincularan a un juez aún en funciones, podría referirlas a la Comisión de Disciplina del Tribunal Supremo. De tratarse de jueces retirados, se evaluaría su conducta a la luz de los Cánones de Ética de la profesión legal.

 De igual modo, se evaluaría la posible comisión de actividad delictiva la cual sería referida al Departamento de Justicia.

En la entrevista, Sánchez Martínez habló también de un juez que usó el tribunal como residencia tras divorciarse y que solicitó a abogados de esa corte regalos para una hija que se casaba.

Añadió que hay jueces que estuvieron sus 12 años en la judicatura sin escribir una sentencia porque todo lo que hacían era pedirle a los abogados “borradores de sentencia” que firmaban sin revisar; y de magistrados que no resolvían un fallo a favor de un demandante a menos que estuviera representado por un abogado que litigara con frecuencia en ese tribunal.

“Pensamos que la corrupción de los jueces es que un juez reciba dinero a cambio de dictar un fallo determinado y la realidad es que la corrupción se manifiesta de muchas maneras”, afirmó el exjuez apelativo.

Según la Administración de Tribunales, el exjuez Sánchez Martínez ocupó un puesto de Juez Superior desde el 8 de diciembre de 1989 hasta el 16 de octubre de 1992, cuando fue nombrado Juez de Apelaciones. Se acogió a los beneficios del Sistema de Retiro de la Judicatura el 30 de noviembre de 2005. Durante su término como Juez Superior, fungió como Juez Administrador de la Región Judicial de Carolina del 6 de mayo de 1991 al 31 de diciembre del mismo año. Durante ese periodo tuvo a su cargo la supervisión de jueces y funcionarios de la Rama Judicial en los municipios de Carolina, Trujillo Alto, Canóvanas, Loíza y Río Grande. Posterior a su retiro de la judicatura, el exmagistrado laboró en el Departamento de Justicia.