Uno de los individuos que participó en la balacera que cobró la vida de una exempleada municipal de Canóvanas y dejó el saldo de dos adultos y un niño de cuatro años heridos de bala, podría ser acusado en ausencia, una vez concluyan las entrevistas a los testigos.

El individuo, apodado como Calabazo, que aparece en los organigramas del Negociado de la Policía como uno de los gatilleros de Loíza, quedó en libertad por instrucciones del fiscal Jorge Umpierre tras ser dado de alta del Centro Médico en Río Piedras, porque presuntamente no había evidencia en su contra.

No obstante, el herido publicó un vídeo en su cuenta de Facebook con su ropa ensangrentada en el que advierte “Se va a quedar con las ganas cab…. Los voy a reventar”, además su imagen quedó captada por las cámaras de seguridad de la agencia hípica y bar que ubica en la calle Autonomía en Canóvanas donde ocurrió el tiroteo intenso entre dos bandos. 

El sospechoso, que era buscado para ser entrevistado por agencias federales y como sospechoso de participar en el asalto al camión blindado el 2 de agosto, fue citado a comparecer a las 9:00 a.m. de hoy, lunes, a la Comandancia de Área de Carolina, pero al presente no ha asistido.

El caso es consultado con el fiscal Mario Rivera.

Según informes preliminares, el sábado, a eso de las 6:16 p.m. sicarios intercambiaban disparos por la carretera PR-185 desde la intersección de los barrios Campo Rico y Cambalache y al llegar cerca de la urbanización Ciudad Jardín en Canóvanas, hirieron de bala a un niño de cuatro años en el omoplato derecho que se encontraba en una actividad en una piscina. Su condición es estable. 

Los pistoleros continuaron el trayecto hasta entrar al casco urbano de Canóvanas en contra del tránsito y al llegar a la calle Autonomía frente a una agencia hípica hirieron de bala a Jaime Rivera, de 71 años en el glúteo derecho y a Milton Carrasquillo Arroyo de 53 años en el brazo y espalda, un empleado jubilado de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) que estaba acompañado de su pareja identificada como María Ayala Robles, de 56 años, la cual falleció en la escena tras recibir un balazo en el lado derecho del pecho.

Posteriormente, se recuperó uno de los automóviles involucrados en la balacera, descrito como un Toyota Corolla, gris, el cual fue abandonado en la calle Ordoñez de la urbanización Country View en Canóvanas. La carrocería presentaba impactos de bala y en el interior se ocuparon varios cargadores.

También en la calle, cerca de la escena se recuperó un arma de fuego.