El Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR) coordina con el Departamento de Salud y el Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico la realización de pruebas moleculares de COVID-19 a más de 800 personas en la Academia de la Policía en Gurabo, luego de que ayer, lunes, se ordenara el cierre de sus operaciones debido a que tres cadetes arrojaron resultados positivos al virus.

El capitán Jesús Silva, superintendente auxiliar en Educación y Adiestramiento de la Academia de la Policía y quien ocupa la posición interina, informó que 276 cadetes, 215 miembros del personal docente y no docente, y la población flotante de agentes y supervisores que recibieron readiestramientos o capacitación durante la semana pasada, serán sometidos a las pruebas de cernimiento, como lo establece el protocolo.

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Este último grupo no se encuentra en cuarentena porque no se relacionaron directamente con los aspirantes a policías.

Una vez se les informe los días en los que se tomarán las muestras mediante el sistema de autoservicio, se dará a conocer la información al personal para que pase por las facilidades.

Inicialmente, tres cadetes fueron notificados mediante el sistema de rastreo de contactos del COVID-19 que sus familiares habían arrojado resultados positivos, y se les otorgó un pase para que fueran a sus hogares y se mantuvieran en cuarentena mientras se realizaban las pruebas.

“Luego de eso, cadetes preocupados por la situación que había pasado con esos compañeros, que no habían arrojado positivo se fueron a hacer las pruebas en su tiempo libre y dos de ellos salieron positivos, al dos de ellos salir positivos en esas pruebas, uno de ellos asintomático y uno de ellos sí tenía síntomas, hicimos una llamada a nuestra doctora en el Negociado de la Policía porque ya eran dos personas, y dos o más en un centro de trabajo se puede considerar como un brote”, detalló Silva.

Durante la tarde de ayer, lunes, otro cadete recibió una notificación de resultado positivo, así que como medida preventiva y cautelar se decidió el cese de operaciones académicas en el centro docente.

De acuerdo con los resultados, se determinaría la fecha en la que reanudarán las labores y mientras tanto, una compañía privada comenzará a descontaminar los dormitorios, salones de clases, comedor y las áreas comunes para garantizar que estén aptas recibir a su matrícula, empleados y la facultad.

Los casos positivos pertenecían a grupos diferentes, agregó.

En la actualidad, la academia se dividió en 22 grupos debido a la pandemia y se imparten clases a grupos de 14 estudiantes y el profesor no se mueve del área designada para mantener el distanciamiento requerido.

En octubre del año pasado ocurrió lo mismo luego de que dos cadetes y cuatro miembros de la facultad recibieron diagnóstico positivo a COVID-19.