La secretaria de Corrección y Rehabilitación, Ana Escobar Pabón, reveló que ya se inició el proceso el reingreso a prisión de Hermes Ávila Vázquez de 52 años, quien estando en libertad con un pase extendido por presuntamente estar parapléjico con una condición de movilidad limitante, desde ayer, domingo, figura como sospechoso del crimen de una mujer cerca del balneario Los Tubos, en Manatí.

“Aquí en el Departamento de Corrección y Rehabilitación ya yo impartí instrucciones al área de Programas de Desvío y Comunitarios para que inicien el proceso de reingreso de la persona al sistema correccional de manera que con la querella presentada por ser sospechoso de la comisión de feminicidio y haber violentado las condiciones, eso de va a probar en los procesos administrativos que le aplica”, explicó Escobar Pabón.

Una vez culmine la investigación administrativa se determinará si se cancela el privilegio de pase extendido por condición de salud. Si se determina causa probable para arresto o no, la agencia evaluará la querella ya radicó.

“El proceso ya está ordenado y esto es separado del proceso legal que estará enfrentando como sospechoso de delito. Porque esto no es libertad bajo palabra ni tampoco es una orden del tribunal, es un programa interno que ya está establecido por el Departamento de Corrección y Rehabilitación”, subrayó.

Las autoridades se aprestan a radicar cargos criminales contra el Ávila Vázquez, tras vincularlo con el asesinato de Ivette Joan Meléndez Vega, de 56 años, cuyo cadáver fue localizado ayer a las 4:29 a.m. en el kilómetro 8 de la carretera PR-686, cerca del balneario Los Tubos en Manatí. Estaba semi desnuda, fue degollada y con heridas en la cabeza.

Tras cometer los hechos, se presume que su asesino se llevó el vehículo de la mujer marca Chevrolet Cavalier, color blanco, del 2000, el cual fue encontrado estrellado con un poste y huyó a pie.

Ávila Vázquez, desde el 14 de febrero de 2005, cumplía una sentencia de 122 años de prisión por cargos de asesinato en primer grado (de una mujer), secuestro, agresión sexual y violación a la Ley de Armas, pero salió en libertad en abril de 2023 tras la aplicación de la la Ley Núm. 25-1992, Ley para el egreso de pacientes de SIDA y de otras enfermedades terminales confinados en instituciones penales, por razones de salud y quedó en libertad.

En una de las fotos públicas que están en el Registro de Ofensores Sexual el convicto aparece en una silla de ruedas, pero cuando lo arrestaron ayer, domingo, en Vega Baja, se le vio caminando de prisa para intentar esquivar que las cámaras de televisión captaran su rostro.

“Esta persona luego de que se evaluara por el panel médico que lo atendió cónsono con la reglamentación aplicable vigente, también fue evaluado en comunidad con las investigaciones correspondientes que se hacen a través de los programas de desvíos y comunitarios, se atendió de manera favorable y fue excarcelado”, detalló Escobar Pabón.

El hombre fue a vivir a la residencia que le facilitó una amiga ya que la casa de su progenitora no estaba apta para que viviera una persona con movilidad limitada.

La funcionaria observó que en el período que estuvo en libertad cumplió con todos los requisitos del Programa de Comunidad y era visitado por el técnico de servicio socio-penal mensualmente.

“Era una persona que al momento de su evaluación era considerado como una persona parapléjica, yo desconozco los niveles de paraplejia que tenía, yo no he entrado a dilucidar eso, pero sí que los médicos que atendieron y evaluaron esta solicitud dieron sus diagnósticos entre todos analizaron la situación”, añadió con cierto asombro.

En la actualidad recibe tratamiento de la Corporación del Fondo del Seguro del Estado por un accidente laboral por una lesión en el cordón espinal en una institución penal mientras trabajaba. Tiene asignado una cama de posiciones, una silla de rueda eléctrica y una silla regular.