Cuando el coraje rompe lazos

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
PUBLICIDAD
No hay vínculo sanguíneo que asegure el amor y el respeto. El refrán de que “la sangre pesa más que el agua” no se sostiene cuando el coraje es demasiado grande como para ver que acabar con la vida de otro o de uno mismo no es la salida para una riña familiar.
A pesar de que cualquier suceso violento es nefasto, cuando ocurre intrafamiliarmente se rompen más las expectativas sociales y culturales, según el psicólogo Alfonso Martínez Taboas.
“Hay una expectativa de que la familia permanece unida en cualquier circunstancia”, expresó Martínez Taboas.
Independientemente de que existan razones para sentir coraje, socialmente se espera que la gente tenga la capacidad de no dejarse cegar por la furia.
“Uno, como psicólogo, quiere pensar que siempre existe el perdón, el diálogo, el uno soltar ciertas cosas que le hacen daño. Y eso es posible”, aseguró el especialista en conducta humana.
Martínez Taboas explicó que se ha encontrado que muchas veces, cuando quien comete el asesinato se suicida, es porque esto ya era parte del plan. “Saben que no van a poder vivir con eso y piensan que, de cierta manera, es una solución para terminar algo insoportable”.
Aunque en la masacre de la familia de San Lorenzo una persona había intentado conciliar las diferencias con una fiesta, Martínez Taboas destacó que para que funcione la mediación se debe estar convencido de que se quieren subsanar las diferencias.
“Hay gente que se siente muy ofendida y piensa que la violencia es la opción. Cuando perdonas es que sueltas eso que sucedió, pero no quiere decir que apruebas lo que sucedió. No es que me voy por ahí de panas”, analizó el también catedrático de la Universidad Carlos Albizu.
El coraje, por sí solo, no es malo. De hecho, en psicoterapia se valida esa emoción.
“Quizás lo primero es indignarse y protestar y legitimar las emociones que uno tiene, pero después te mereces una vida que no sea dominada por el coraje porque no es una emoción saludable”, señaló.
Aunque no hay un tiempo estimado de cuánto debe durar un coraje “saludable”, una buena manera de saber si ya es tiempo de pasar la página es cuando se carece de paz mental. “Si el coraje me lastima y me angustia y me incapacita, es momento de buscar otras opciones”, observó el psicólogo, quien reiteró que el odio le hace más daño a quien lo experimenta.