La defensa del exalcalde de Guaynabo Héctor O’Neill ha pedido la desestimación de la demanda enmendada que sometieron la policía municipal Yenetamie Díaz Zayas –y quien es la perjudicada y testigo en el caso contra el exmandatario– junto a su pareja, el también policía municipal de Ángel Reyes.

Y es que los demandantes, ambos empleados del Municipio de Guaynabo, enmendaron la demanda y la sometieron la última semana del 2018 ante el tribunal federal porque sostienen que ambos continúan sufriendo del alegado patrón de persecución y acoso, luego de que Díaz terminara la relación que tuvo con el entonces alcalde de ese municipio, Héctor O’Neill.

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La defensa pidió la desestimación de la demanda, bajo una serie de argumentos que van desde falta de jurisdicción hasta límites de términos, así como el hecho de que muchos de los alegatos habrían ocurrido luego que O’Neill dejara de ser alcalde de Guaynabo. Asimismo, citan un acuerdo firmado por Díaz para transar una demanda por discrimen laboral, que estaría vigente, y por tanto el tribunal federal “no tiene jurisdicción para atender demanda alguna relacionada a ese acuerdo”.

La relación de O’Neill con la agente Díaz y todo el escándalo en torno a la misma salieron a relucir luego de que se conociera el acuerdo sobre la demanda por discrimen laboral, pagado con fondos del municipio. Posteriormente, también se conocieron otros casos similares, y, eventualmente, O’Neill tuvo que renunciar a la alcaldía.

O’Neill, de hecho, encara otro proceso en el tribunal estatal por violaciones a la Ley de Ética Gubernamental, violencia doméstica y actos lascivos, por los alegados hechos cometidos contra Díaz y contra otra mujer, Mayra Vázquez Santiago. Ambas mujeres son testigos en contra del exalcalde en ese caso, que deberá verse este año, una vez se atienda la petición sometida por la defensa de O’Neill para que se atienda en dos casos separados.

En la demanda federal contra O’Neill, Díaz asegura haber sido víctima de abusos y agresiones físicas y sexuales por parte del exalcalde, luego que se negara a continuar teniendo relaciones con él. Alega, además, que ha sido discriminada en su trabajo por órdenes de O’Neill.

Reyes también habría sido objeto de represalias, acoso y discrimen luego que se conociera su relación con Díaz.

La pareja argumenta en la demanda enmendada que, como consecuencia de la influencia que aún conserva el exalcalde sobre las dependencias municipales y sus empleados, el acoso contra ellos continúa.

Relatan que, tan reciente como el 23 de diciembre pasado, O’Neill se apareció en el lugar de trabajo de Díaz, y estuvo parado detrás de ella por varias horas, “como una forma de intimidarla a ella, mientras su supervisor inmediato miraba” lo que ocurría.

Díaz y Reyes reclaman que se les han violado múltiples derechos, tanto bajo las leyes federales como las de Puerto Rico, como consecuencias de las acciones de represalia de O’Neill.

Díaz y Reyes están reclamando sobre $5 millones por los diversos daños, acoso, humillaciones, discriminación, daños emocionales, angustias mentales, dinero dejado de recibir, intereses, costos de abogados y demás, como consecuencia del alegado patrón de hostigamiento, discriminación y represalias en su contra, según describen en la demanda de 32 páginas. También reclaman el cese y desista de las acciones discriminatorias en su contra. La pareja pide un juicio por jurado.

El caso se está viendo ante el juez federal Pedro A. Delgado Hernández, quien estableció el término del 30 de enero para la radicación de mociones de desestimación, y el 30 de junio para que se descubra toda la prueba del caso.