El juicio por presunta extorsión contra el productor Sixto Jorge Díaz Colón, mejor conocido como Sixto George, entró en su sexto día, con la continuación del testimonio del agente investigador del Negociado Federal de Investigaciones, (FBI, en inglés), Juan Carlos López Velázquez, que estuvo marcado por un accidentado contrainterrogatorio en que los fiscales federales presentaron numerosas objeciones a la línea de preguntas de la defensa.

La mayoría de las objeciones, de hecho, fueron sostenidas por el juez federal Francisco Besosa, que preside el caso.

Sixto George fue imputado por el exsecretario de Asuntos Públicos, Anthony Maceira, de una alegada extorsión en el verano del 2019, por $300,000, para evitar que Raúl “Raulie” Maldonado Nieves divulgara chats adicionales que implicaban al entonces gobernador Ricardo Rosselló, y hacer favores que ayudaran a mejorar su imagen pública.

Como parte de sus preguntas, el abogado Rafael Castro Lang indagó sobre la visita de Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) a la casa del productor, y llevó al agente a admitir que su cliente les recibió y accedió a contestar sus preguntas y a que revisaran su celular.

Asimismo, a preguntas del abogado, el agente reconoció que, aunque poseía una orden de allanamiento para su celular, no la mostró inicialmente, ni tampoco le advirtió a Sixto George que era objeto de una investigación criminal.

Aceptó además que el acusado accedió a hacer una llamada a Raulie Maldonado, en presencia de él y otros agentes del FBI, y que también permitió que vieran y copiaran intercambios de mensajes de texto entre ellos. Todo eso ocurrió antes de entregarle la orden de allanamiento.

El abogado intentó, sin éxito entre las repetidas objeciones, que se presentara el contenido de esa llamada que se hizo en presencia del FBI.

De igual forma, fue objetado su esfuerzo de entrar en el contenido de la grabación que hizo Maceira de una conversación que sostuvo con Sixto George en el restaurante Musa, poco antes de empezar a cooperar con el FBI en julio de 2019, y que el agente admitió que existía, pero de la que no se había hecho ni transcripción ni traducción.

Antes del contrainterrogatorio, como parte de la continuación de las preguntas que habían comenzado el viernes pasado, la fiscal federal Miriam Fernández presentó un informe de crédito del productor que da cuenta que tenía atrasos en su hipoteca por unos $8,000, así como en el pago de un carro. El viernes pasado también se mencionó que tenía deudas contributivas, aunque no se presentaron documentos al respecto.

Asimismo, la fiscalía federal presentó intercambios de mensaje de texto entre Sixto George y Raulie Maldonado, que contenían frases como “la gasolina todavía está en el tanque”, “gracias por todo”, “está mi... me tiene loco”, “¿dónde estás, hermano?” “Atiéndeme, necesito verte”, entre otras.

A su salida para el receso de almuerzo, el abogado Castro Lang sostuvo que no se le permitió presentar como evidencia la llamada que hizo su cliente en presencia de los agentes del FBI, cuando visitaron su casa.

“Hay una llamada, que yo quise presentar en evidencia, que ellos forzaron a Sixto (George) a hacer. Y no me dejaron presentarla, a pesar que ese agente era el que estaba ahí, durante toda la grabación. Y esa grabación refleja, claramente, que Raulie le dijo a Sixto, ‘yo nunca he querido dinero, yo lo único que quería es desquitarme con la gente que habían fastidiado a mi papá’. Totalmente exculpatoria”, afirmó. “Yo trato de presentarla en evidencia, y no me dejan entrarla”.

El abogado agregó que entre los mensajes de texto entre el productor y Maceira no hay menciones a dinero ni a la cifra de $300,000. Agregó que inclusive, “en junio 26 (de 2019) cuando, alegadamente, Sixto llama para hacer la oferta, a instancia del FBI, ya todos los chats habían salido”.

Comentó, además, que los agentes “engañaron” a su cliente cuando llegaron a su casa con la orden de allanamiento para su celular y no le dijeron nada de la orden, ni de que era objeto de una investigación criminal.

“Esta gente llegaron a esa casa con una orden de allanamiento para el celular. Se quedaron calladitos. Le dijeron a Sixto, ‘mira queremos hablar contigo a ver si nos quieres ayudar’. Lo engañaron. No le dijeron que era una tarjeta criminal cuando la orden de allanamiento establece que él era una tarjeta. O sea, no dejaron saber, ‘mira, tú eres objeto de esto, y cualquier cosa que digas, se puede usar en contra tuya’”, afirmó.

“Ellos alegan que él consintió. Pero esto es un engaño. Esta gente engañaron a Sixto. Y Sixto, como no tenía nada que esconder, pues... Pero esto revela conducta que es altamente cuestionable sobre la forma que esta gente hicieron este caso. Ellos hicieron el caso de $300,000 con llamada que ellos forzaron a Sixto a hacer”, insistió, agregando que “no han probado ninguna extorsión”.

Aunque se esperaba que sentaran a declarar esta tarde a Raulie Maldonado, la fiscalía anunció que finalizó con su presentación de testigos. El caso continúa mañana.