Uno de los depredadores sexuales más peligrosos en ser capturados por las autoridades federales en Puerto Rico se declaró culpable de cargos de producción y posesión de pornografía infantil y fue sentenciado a 38 años de prisión, los cuales tendrá cumplir de manera consecutiva con otra pena de 15 años emitida en el foro estatal. 

Armando Rodríguez Rodríguez, de 42 años de edad, tendría que cumplir un total de 53 años por haber abusado sexualmente de cinco niños, cuatro varones y una fémina. 

El abuso de algunas de las víctimas se extendió por años y el sujeto utilizó las mismas grabaciones digitales de los perjudicados para extorsionarlos. El modus operandi se conoce como “sextortion” y está siendo empleado por depredadores sexuales para silenciar a sus víctimas ante las autoridades. 

Durante una dramática vista en la sala del juez federal Francisco Besosa, la madre de una de las víctimas habló sobre el profundo dolor que ha sufrido al conocer que su hijo fue victimizado por el pederasta. La mujer indicó que ha intentado suicidarse y mutilar su cuerpo en varias ocasiones  luego de advenir en conocimiento de los actos que fueron cometidos por el victimario.

“Él es un diablo que se disfraza como ángel. Jamás supimos que él era capaz de hacer eso”, indicó la mujer, que no será identificada para proteger la identidad de la víctima. “Los niños jamás podrán olvidar lo que él hizo. Esto será para toda la vida”, indicó la mujer, al asegurar que el depredador ha intentado contactar a las víctimas por medios electrónicos desde el Centro Metropolitano de Detención donde fue ingresado el 28 de enero de 2010.

La investigación contra Rodríguez Rodríguez fue diligenciada por la Oficina de Investigaciones de Seguridad Interna del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE-HSI).

Acuerdo de sentencia

El acuerdo de sentencia entre las partes establecía una pena mínima de 30 años y una máxima de 38 años. De emitirse una sentencia mayor a la estipulada, el acusado podría haberse echado para atrás en el acuerdo y haber solicitado un juicio. 

La Fiscalía Federal, representada por Marshal Morgan, optó por negociar un acuerdo para evitar prolongar el sufrimiento de las víctimas que, con toda probabilidad, podrían haber sido llamados a testificar.

El juez, por lo tanto, emitió la pena máxima dentro de los parámetros de lo negociado. De ser encontrado culpable en un juicio, el sujeto se enfrentaba a una cadena perpetua. En la práctica, sin embargo, el depredador con toda probabilidad pasará el resto de sus días en la cárcel, ya que cumpliría sus sentencias en el foro federal y estatal a los 95 años. 

Un acusado “ sumamente perverso”

El fiscal Morgan, una de las piezas indispensables en la guerra que las autoridades federales libran para atrapar y procesar a los depredadores sexuales en Puerto Rico, describió al acusado como “uno de los depredadores más peligrosos que nuestra oficina ha procesado”. Aseguró que la naturaleza del sujeto era “ sumamente perversa”.  

Indicó, además, que el sujeto acechó y atrajo a las víctimas a su hogar mediante contacto personal o a través de las redes sociales. 

El depredador habló

El juez federal le otorgó al acusado una oportunidad para dirigirse a la corte luego que su abogado intentara contextualizar sus crímenes dentro de un patrón de maltrato físico y psicológico a que el victimario había sido sometido durante su crianza. 

“Contrario a los que muchas personas piensan, yo no me siento preso. Yo me siento en la libertad porque no puedo causarle daño a nadie”, indicó el convicto.