El sacrificio de gallinas y cabras y un espíritu llamado Samuel medió en una conspiración de una organización criminal que fue desarticulada hoy por la Administración Federal Antidrogas (DEA).

De hecho, según aseguraron las autoridades federales, los miembros de la organización tenían que iniciarse en la fe santera para obtener la protección que los fortalecía para distribuir cantidades kilométricas de cocaína entre San Martín, Puerto Rico, Nueva York y Conneticut.

La acusación incluye una solicitud de confiscación contra 20 acusados por $127 millones, tres propiedades y un bote de 46 pies de eslora.

Entre los miembros de la organización figura un babalawo, santero, identificado como Orlando Robles Ortiz, mejor conocido como “Papal”.

Entre los facilitadores de la organización, se destacan el antiguo dueño del equipo de pelota Doble A y los Jueyeros de Maunabo, que era ex empleado de las empresas Santana del aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, identificado como Samule Rivera Ramos, mejor conocido como “Pelotero, Sammy y Bambam”.

La banda también contaba con la participación de una familia extendida, encabezada por Eduardo Pérez  Figueroa.

Se estima que la organización transportaba cerca de 840 kilos de cocaína anualmente,  desde el año 2003.