"Mató a mi yerna, mató a mi nieto y destrozó la vida de mi hijo, de mis nietos y la de todos nosotros", expresó hoy entre sollozos, Felicita Soto López, suegra de la puertorriqueña asesinada por una compatriota para extraerle a su bebé en gestación.

Tanto ha sido el daño causado, que para doña Tita la pena de muerte es el único castigo que merece Annette Morales Rodríguez, quien fue arrestada por el asesinato de su nuera, Maritza Ramírez Cruz, y de su nieto no nacido.

"Mi yerna era una mujer feliz, una muchacha de 23 años que tenía toda una vida por delante, que deja tres hijos huérfanos. No es justo y si en mis manos estuviera yo pediría la pena de muerte para ella", señaló doña Tita. "Ese dolor jamás se va a olvidar. Si la dejan en la cárcel, que nunca salga de la cárcel", agregó.

Maritza se crió en la comunidad Abra San Francisco, en Arecibo. Allí se enamoró de su vecino, Christian Mercado Soto, y aún cuando era menor de edad, ella tenía 14 años y él 18, consiguieron el consentimiento de sus padres y se casaron.

En la búsqueda de oportunidades de empleo, el matrimonio se mudó a Milwaukee y allí criaban a dos niñas de seis y cuatro años de edad y un varón de dos años.

Maritza estaba en sus últimas semanas de embarazo. De hecho, el 6 de octubre, día en que desapareció, le mencionó a su esposo que tenía contracciones. Su desaparición fue causada por Morales Rodríguez quien la llevó a su apartamento, la golpeó hasta la muerte con un bate y luego le hizo una incisión para sacarle al bebé, quien también murió.

"¿Dónde esa mujer tenía el corazón? ¿Qué clase de ser humano era? No se le puede llamar ser humano", expresó esta arecibeña vecina del Abra San Francisco.

Doña Tita, quien tuvo ocho hijos y tiene 17 nietos, dijo que así como siente dolor por sus tres nietos que quedarán huérfanos de madre, dijo sentirse compadecida por los hijos de Morales Rodríguez.

"Me da pena por sus hijos porque lo que ella hizo sus hijos no tienen culpa y tengo entendido que ella tiene una hija adolescente y tiene dos hijos más", expresó doña Tita. "Ella no pensó que esos niños se van a marcar porque van a quedar marcados toda la vida porque 'mi madre es una asesina'. Siento el dolor de mi hijo y de mis nietos y de mi nuera, pero también pienso en el dolor de esos hijos de ella que ahora tal vez están con desconocidos. Ella no pensó en nada de eso", reflexionó.

La mujer dijo que su nuera era una madre ejemplar, que no se separaba de sus hijos y una mujer con ganas de progresar. Sus planes eran esterilizarse, y tan pronto el bebé pudiese estar en un centro de cuido, irse a trabajar.

La familia quiere trasladar los cuerpos a Puerto Rico para darle sepultura en Arecibo. Para costear el traslado de los féretros y los pasajes de esta familia han abierto la cuenta 465230114 en el Banco Popular.

"Mi hijo no cree en la cremación y quiere darle una sepultura digna como ella se merece", mencionó la suegra y abuela de las víctimas.