Peñuelas.- Tenía apenas 10 meses de nacida, su alegría y ocurrencias llenaban a toda su familia. Pero esa inocente sonrisa se apagó ayer luego que la niña Camila Isabel Rivera Velázquez falleciera al caerle encima una estufa que, según supo Primera Hora, estaba elevada del suelo.

El desconsuelo invadió a familiares y amigos de los padres, Tania Velázquez y Víctor Rivera, al conocer la inesperada muerte de la pequeñina de la casa.

“Uno piensa que eso no le puede pasar a uno”, expresó Lizzette Rodríguez, abuela materna de la infante.

Ésta describió a su nieta como alegre y ágil. Recordó que Camila Isabel aprendió a caminar a los ocho meses y que, como todo niño de sus edad siempre quería jugar.

“Siempre estaban en mi casa mientras su papá trabajaba”,contó la abuela, quien mostró el interior de la residencia para demostrar que su hija era una buena madre.

Asimismo, enseñó el cuarto de los niños donde todo lucía en completo orden y limpio.

Dentro de su inmensa tristeza, la mujer recibía las condolencias de todos los que llegaban a la humilde casa de la calle 4 del barrio Tallaboa Encarnación.

Rodríguez indicó que su hija es madre de otro niño de dos años y está en su séptimo mes de gestación de otro varoncito.

“Ella (la bebé) iba a ser la única nena”, manifestó llorando la abuela.

Yanira Mercado, prima del padre de la niña, expresó que la situación ha sido muy dura para toda la familia.

“Tania es una excelente madre. Ella no le dejaba esos nenes a nadie”, dijo y señaló que ahora comenzará el proceso más difícil: lidiar con la pérdida y apoyar a los padres a salir adelante.

Para Angélico Luciano, primo de la familia, la noticia le tomó por sorpresa. Él sólo deseaba que todo fuera una pesadilla.

“Esto es una tragedia, es muy lamentable porque ellos atendían muy bien a sus hijos”, indicó el hombre.