“No te preocupes, no va a pasar nada”.

De esta forma intentaría Félix Verdejo Sánchez tranquilizar a Keishla Rodríguez Ortiz cuando abordó la guagua del exboxeador para hablar sobre el resultado de una prueba de embarazo positiva que se había realizado días antes. Minutos después, la joven estaba drogada, golpeada y atada de manos y pies.

Esto fue parte de lo que relató hoy Luis Cádiz Martínez, testigo estrella en el juicio que se lleva a cabo contra Verdejo Sánchez en el Tribunal Federal para el Distrito de Puerto Rico en Hayo Rey, tras el asesinato de Rodríguez Ortiz el 29 de abril de 2021.

Cádiz Martínez, coacusado del crimen, ofreció detalles desgarradores sobre la manera en que él y el expúgil acabaron con la vida de la joven de 27 años.

Verdejo Sánchez enfrenta cargos criminales federales de robo de un auto a mano armada (carjacking) que resultó en una muerte, secuestro que resultó en una muerte, usar un arma de fuego en la comisión de delito violento y matar a un bebé por nacer.

El cuerpo de Rodríguez Ortiz fue encontrado el 1 de mayo en la Laguna San José.

Cádiz Martínez relató los sucesos desde que recogieron a la víctima frente al residencial Villa Esperanza en San Juan, donde Keishla estaba esperando dentro de su KIA Forte. Según el coacusado, Verdejo Sánchez estacionó la Dodge Durango detrás de Keishla, y su compinche –quien iba de pasajero- se movió al asiento trasero. Segundos después, la mujer entró a la guagua del exboxeador.

“Ella se sorprendió de verme en el asiento trasero, pero Félix le dijo que no se preocupara, que no pasará nada. Keishla le pasó la prueba de embarazo a Félix, él tomó la prueba, empezó a mirarla y luego a ella. Luego siguió mirando la prueba. En ese momento, la agarré por el pelo, Félix se acomoda y tan pronto le solté el pelo, Félix le dio un puño en la quijada”, relató el testigo.

Cádiz Martínez declaró que Verdejo Sánchez agarró el brazo izquierdo de la víctima, le puso una goma de amarrar billetes y le introdujo una jeringuilla preparada con heroína.

“Me pidió que le pase un alambre para amarrarle las manos y luego que le ayude a pasarla a la parte de atrás de la Dodge. Me monté en el lado del pasajero y pasamos a un estacionamiento frente a un lugar de limpieza de dientes. Los dos nos fuimos a la parte de atrás del pasajero para seguir amarrándola con los alambres de metal. Se amarró el alambre por el boquete (del bloque). Faltaban los pies”, dijo.

Ambos fueron a buscar el auto de Keishla porque Verdejo “quería desaparecerlo”. Uno de los vídeos captó cuando la Dodge Durango regresó a Villa Esperanza.

“Entré al carro de Keishla y me fui detrás de Félix. Tomé el rumbo detrás de Félix hasta Hato Rey… Dejamos el carro de Keishla estacionado frente a un condominio. Me monté en la Dodge y cogimos directamente para el Teodoro Moscoso”, sostuvo.

Durante el crudo relato, la familia de la víctima estaba visiblemente afectada dentro de sala que preside el juez federal Pedro Delgado Hernández.

Keila Ortiz, madre de Keishla, no podía contener las lágrimas.

El Ministerio Público presentó múltiples vídeos que captan la Dodge Durango sobre el Puente Teodoro Moscoso esa mañana del 29 de abril de 2021.

El primero muestra al vehículo entrar al 8:29 a.m. en dirección desde Isla Verde hacia Río Piedras. Se detuvo en el paseo a la 8:30 a.m.

“Nos estamos bajando del auto para tirar a Keishla por el puente. Félix dijo que esperáramos a que no pasaran más carros para que no nos vieran tirar a Keishla”, explicó Cádiz Martínez.

A las 8:31 a.m., se ven dos figuras salir del vehículo, pero no se pueden distinguir si se trataban de los acusados.

El testigo indicó que él sacó a Keishla de la guagua y el exboxeador se encargó del bloque, para lanzarlos por el puente. El cuerpo de la joven flotó.

“Tuvimos una controversia porque Félix dijo que no podía dejar el cuerpo (de Keishla) ahí”, dijo Cádiz Martínez.

Añadió que Verdejo Sánchez le entregó una pistola marrón y negra para que le dispara a Keishla. Dicha arma ya había sido identificada por Cádiz Martínez durante el interrogatorio del fiscal Jonathan Gottfried.

“Le digo que no quiera seguir, que ya habíamos hecho bastante daño y que dejáramos que la familia la encuentre. Pero él insistió, no quería dejar el cuerpo ahí. Le disparé dos veces al lado izquierdo”, sostuvo Cádiz Martínez.

Posteriormente, ambos se movilizan para tener una mejor visibilidad del cuerpo de Keishla.

“Nos movimos un poco más hacia el frente porque el cuerpo de Keishla estaba más al frente. Veo que tenía espuma en la boca y Félix insiste que no puede dejar ese cuerpo ahí, que hay que desaparecerlo”, declaró. “Ahí es cuando Félix abre la puerta de pasajero, agarra el último pedazo de alambre y le pregunté qué hará. (Verdejo Sánchez) Dijo que se iba a tirar porque no puede dejar el cuerpo así”, destacó.

A las 8:59.58 a.m. en los videos se ve una figura saltar al agua de la laguna.

Cádiz Martínez, conduciendo la Durango, estuvo varios minutos buscando a Verdejo Sánchez sin éxito. A las 9:06 a.m. se observa a la Dodge Durango pasar por segunda vez por el peaje del Teodoro Moscoso. Eso coincide con el testimonio ofrecido por un oficial de AutoExpreso.

Después de transitar por la calle Barbosa, Cantera y Provincia, Cádiz Martínez regresó al Puente Moscoso. A las 9:24 a.m. se estaciona en el paseo. Los vídeos muestran a alguien que se baja de lado del conductor para asomarse por la baranda. Un minuto después se observa a una figura caminar por debajo del puente.

A las 9:52 a.m. se observan a dos personas bajarse de la Durango caminando hacia la playa de Isla Verde, donde –según indicó el testigo– se dirigieron para deshacerse de los celulares.

Aunque era complicado distinguir los rostros de ambos en los vídeos, las vestimentas coincidieron con las descripciones que hizo Cádiz Martínez. Los dos tenían camisas y pantalones negros.

Después, llegaron al residencial Luis Llorens Torres donde Cádiz Martínez indicó que “le pasé vacuum y un paño con Clorox al dash” del vehículo de Verdejo Sánchez.

No vi manchas de sangre en el carro. En ese momento Félix estaba texteando con alguien. Luego que terminé, se sentó en la guagua a textear. Dijo que había que buscar el carro de Keishla para quemarlo. Fuimos a Hato Rey donde lo dejamos al principio. Nos regresamos a Llorens, le digo a mi hermano que me acompañe para dejar el carro (KIA) en Canóvanas porque era de un cliente. Lo dejamos en Canóvanas y regresamos a Llorens”, recordó.

Cádiz Martínez señaló que condujo el KIA hasta un sector de Canóvanas que conocía porque había una casa en construcción de una expareja suya.

“Lo dejé donde lo encontraron. Me monté en el carro con mi hermano (Ricardo) y regresamos a Llorens. No lo quemé porque no iba a continuar lo que estaba haciendo. Me di cuenta que todavía tenía las llaves del carro y las tiré a la azotea de un edificio”, confesó.

Según Cádiz Martínez, Verdejo se presentó nuevamente al residencial Llorens Torres entre 3:00 p.m. y 4:00 p.m. del 29 de abril de 2021.

Llegó para contarme que lo había llamado de la prisión alguien de una asociación de los Ñetas. La persona le dijo que le dijera la verdad, que si había hecho lo que se estaba rumorando. Le dijeron que el caso es evaluado, que si lo había hecho tiene que responder y que si no, lo iba a ayudar. Ahí se fue aparte con mi hermano para hablar. Me quedé fumando en el gazebo y no lo vi más”, aseguró.

Luego del receso de almuerzo, el fiscal Jonathan Gottfried presentó un vídeo realizado por agentes del FBI el pasado mayo.

La intención fue que Cádiz Martínez los llevara en un vehículo por todas las vías que transitaron el 29 de abril de 2021 desde el momento que recogen a Keishla frente a Villa Esperanza en San Juan hasta que terminaron en Punta las Marías en Isla Verde para, presuntamente, destruir y deshacerse de dos teléfonos celulares.

Jason González Delgado, abogado de Verdejo, inició el contra interrogatorio de Cádiz Martínez que continuará mañana desde las 9:00 a.m.