Desgarrador testimonio de padres de adolescente asesinado en medio de un secuestro
Pareja acudió este lunes a reconocer el cuerpo en el Instituto de Ciencias Forenses.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Desconsolados y casi sin poder sostenerse de pie, salieron este mediodía del Instituto de Ciencias Forenses el padre y la madre del Jesús Francisco Pérez, el joven de 16 años que fue asesinado en medio de un secuestro ocurrido el pasado sábado en las inmediaciones del restaurante El Hipopótamo, en Río Piedras.
“Yo quiero que le hagan justicia a la muerte de mi hijo. Que esto no se quede así. Que hagan justicia, Dios mío, por favor... que agarren a los delincuentes que le hicieron daño a mi hijo”, clamó ahogada en llanto la madre del joven que este mes cumpliría 17 años.
“Quiero que se aclare todo y que el delincuente aparezca y que se haga justicia. Yo sé que mi Padre Celestial va a hacer justicia”, comentó la señora casi sin aliento.
Familiares de la víctima llegaron esta mañana al ICF a identificar el cuerpo del adolescente - el menor de cuatro hermanos- y a hacer trámites del recogido del cadáver para llevarlo posteriormente hasta la Funeraria Ehret, en Río Piedras, donde se llevará el velatorio.
A Madeline la acompañó su esposo, Etanislao Francisco, quien también clamaba justicia por la muerte del único hijo varón de la pareja.
“No es fácil esta situación. No esperaba esto nunca en mi vida”, dijo el progenitor.
Explicó que vio por última vez a Jesús el pasado sábado, cerca de las 6:30 de la noche, cuando el jovencito le pidió que le llevara al negocio El Hipopótamo su cartera. Según don Etanislao, el jovencito acostumbraba a pasar sus días libres en el restaurante pues los dueños del negocio criaron a sus cuatro hijos. Tras entregarle la cartera a su hijo, no volvió a saber de él. Esa misma noche y madrugada del domingo ocurrió el crimen que tiene consternado al país. “Después no lo vi más y esa noche pasó el suceso”, acotó el señor.
“Él, Juan (propietario del restaurante) trataba a mi hijo como si fuera su padre... el hijo mío siempre, siempre estaba con ellos. Me decía: ‘Pa’, lo que quiero es estar con mis viejos... quiero estar con ellos todo el tiempo’”, explicó el progenitor al agregar que los señores “querían a mis hijos hasta más que nosotros mismos”. De hecho, resaltó que don Juan, aparentemente, está tan afectado por lo ocurrido que tuvo que ser ingresado en un hospital del área metropolitana.
Según información preliminar de las autoridades, el propietario del lugar (quien tiene 84 años) y otras dos personas -incluyendo al adolescente asesinado- fueron secuestrados el pasado sábado pasadas las 11:30 de la noche. Se supo que el comerciante y otro de los secuestrados fueron liberados ilesos, luego que familiares, aparentemente pagaran $80,000 por que los dejaran libres.
Sin embargo, por razones aún no esclarecidas, el cuerpo del menor fue encontrado baleado en una gasolinera en la colindancia entre Río Piedras y Guaynabo en la carretera número uno. Al tratarse de un secuestro, el Negociado de Investigaciones Federales (FBI) asumió jurisdicción del caso y ha circulado varios vídeos de los presuntos asesinos, con el propósito de recibir ayuda de la ciudadanía.
“Lo que quiero saber es por qué a ellos los liberaron, a los dos adultos, y a mi nene siendo un menor no. ¿Por qué no? Quisiera saber por qué no le ofrecieron más chavos para que lo liberaran... y que se llegue a las últimas consecuencias. Estoy bien, bien mal... no soporto esta situación”, expresó compungido por su pérdida don Etanislao.
De hecho, el hombre mencionó que la situación fue tan confusa que aun ayer, horas después de que las autoridades encontraran el cuerpo de su hijo, él no tenía claro que el menor era víctima fatal de los hechos.
“Estaba buscando a mi hijo (ayer domingo)... fui al cuartel de Río Piedras y había un solo oficial que no pudo dar declaración”, comentó.
Posteriormente, alertado por una amiga que lo llamó por teléfono, el padre de Jesús se movilizó a la carretera número uno. Allí, desesperado, se paró en una gasolinera PUMA y preguntó por el menor de sus crías, pero tampoco sabían de lo que hablaba.
“No sabía... nadie me decía nada... me moví para todos lados... se me fue el día con el FBI que me entrevistó por dos horas y pico hasta que me dijeron ellos mismos, allá, que mi hijo se fue a morar con el Señor”, relató el padre.
¿Tiene alguna teoría de lo que pasó?, le preguntó un periodista.
“No sé. Lo que me dice un viejito que estaba ahí en El Hipopótamo (aparentemente un cliente) es que habían matado a uno pero que habían secuestrado a tres. Pero él no sabía quiénes eran. Lo menos que pensé en mi vida era que era mi hijo”, contó como quien relata una pesadilla.
Don Etanislao describió al adolescente como un “muchacho cariñoso, lleno de vida y con muchos sueños en su vida”.
Trató de dar más descripciones sobre el menor, pero se descompuso. El dolor lo enmudeció. “Esto no es fácil para mí”, logró soltar antes de salir del ICF para completar diligencias alusivas al funeral.
Por su parte, la tía materna del menor, Luz Pérez, manifestó que el jovencito tenía anhelos de convertirse en empresario, como las personas que lo criaron; los dueños del restaurante El Hipopótamo.
“Tenía muchos sueños, quería ser comerciante, quería ser alguien para este país que, prácticamente, no sirve en estos momentos”, sostuvo la pariente.
Aprovechó la conversación con los medios de comunicación para exhortar cooperación de la ciudadanía para el esclarecimiento del crimen.
“Cooperen para que todo salga a la claridad... no duden en llamar rápidamente que vean a algunos de ellos (criminales). Hay que meterlos presos porque no pueden estar en la calle”, expresó la tía del jovencito fallecido.
El FBI informó ayer, domingo, que cualquier confidencia se puede hacer a través del 787-987-6500 o en tips.fbi.gov.
Según publicó El Nuevo Día, un hombre identificado como Geofley Jomar Pérez es el principal sospechoso del crimen y el Tribunal Federal emitió una orden de arresto en su contra por violación a sus condiciones de libertad condicionada, pues se declaró culpable por un delito federal en el 2015.