Se suponía que hoy cumpliera 33 años. Sin embargo, su futuro desapareció el sábado cuando alguien le robó la vida y los sueños.

Se trata de Christoffer Ney Ayala Báez, estudiante de tercer año de medicina en la Universidad Autónoma de Guadalajara. El joven es hijo del director de Servicios Médicos de la Sala de Emergencias del Centro Médico, Israel Ayala.

Según informes preliminares, los vecinos contaron que Christoffer tuvo una fiesta en su apartamento. Hasta las 6:00 de la mañana hubo alboroto en el lugar.

Y después silencio.

Cuando la empleada doméstica llegó al apartamento, a eso de las 9:00 a.m., nadie le respondió, así que usó su llave y entró.

La mujer llamó a las autoridades porque encontró el cuerpo del estudiante en medio de un reguero de latas de refresco y cervezas, según publicaron varios medios de la ciudad de Guadalajara.

Una allegada a la familia del joven aquí en Puerto Rico, que no estaba autorizada a dar expresiones, dijo que su papá estaba “devastado” y “derrumbado” ante la noticia.

“Esto ha sido un golpe muy duro”, indicó la fuente, al tiempo en que dijo que la familia no haría expresiones hasta tanto lleguen a Guadalajara y puedan obtener detalles de lo ocurrido.

No obstante, la mamá de Christoffer, Lizzie Báez, escribió en su página de Facebook que su hijo “fue visitado por nuestro Dios y se fue a su presencia a unirse al coro celestial”.

“Lo presentamos al Señor en el altar al nacer, y se lo hemos devuelto a su presencia. Nos queda a nosotros como familia vivir para nuestro Dios para verle en la eternidad”, indicó.

Además, recordó que desde pequeño -cuando jugaba baloncesto- se ganó el apodo de “la pared”.

“Niño que chocara con Christoffer, niño que iba para el suelo y su equipito ganaba... ese era nuestro Chris”, dijo.

Asimismo, citó varios versículos bíblicos de la victoria de la vida sobre la muerte.

Por su parte, el secretario de Estado, David Bernier, emitió un comunicado de prensa informando que ya había iniciado la comunicación tanto con la universidad en la que estudiaba Christoffer, como con el cónsul de México en Puerto Rico, Orlando Arvizu.

“A su vez estamos colaborando con la familia en cualquier gestión de gobierno a gobierno que se requiera. Le acompañamos sobre todo en este momento de tanto dolor”, expresó Bernier.

Mientras, el periódico El Occcidental de México publicó que algunos vecinos le dijeron a las autoridades que Christoffer tenía problemas con otro inquilino con quien discutía en inglés.

“Él también sabía inglés (Christoffer) se decían de cosas en inglés”, detalló uno de los vecinos, según ese rotativo.

El cuerpo fue llevado al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, en donde deberá ser entregado a sus familiares.