La fiscalía sentó ayer a declarar a un perito del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) en el rastreo de celulares para tratar de establecer que los primeros sospechosos del asesinato de Lorenzo González Cacho no estaban en la residencia de Ana Cacho, en la calle Bruma, en la urbanización Dorado del Mar, la madrugada del 9 de marzo de 2010.

Sin embargo, el agente especial del FBI, Víctor Nguyen no pudo precisar en el informe pericial, dónde estaban los suscriptores de los teléfonos celulares, que se mencionaron en un principio como sospechosos o colaboradores de los hechos, a la hora del crimen. 

El perito, que viajó de México, declaró en horas de la tarde en el quinto día de la vista preliminar en alzada que se sigue contra Luis Rivera Seijo, conocido como El Manco, mientras, que la hija mayor de Ana Cacho, revivió en horas de la mañana, en la sala 706, del Tribunal de Primera Instancia de Bayamón, los trágicos momentos en los que su madre trasladó moribundo a su hermanito menor al Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT), de Dorado. 

Nguyen declaró que a pedido del FBI y como parte de su colaboración con el Departamento de Justicia en la investigación de este caso en agosto de 2013 viajó a Puerto Rico para analizar la ubicación de los celulares de Ana Cacho y sus amigos, Arnaldo “Naldy” Colón, William Marrero y Jesús Jenaro Camacho la noche antes y la madrugada de los hechos. 

La lista incluyó además al ex esposo de Cacho, Ahmed Alí, al padre de esta, Carlos Cacho, su tío José Cacho, su primo Rodrigo Velasco y su amiga Brenda Sastre Ruiz.  

Se incluyó además, en el informe a una mujer, pero la fiscal Aracelys Pérez Correa, dijo que no tenía ninguna relación con los hechos.

El experto, quien posee un bachillerato y maestría en ingeniería aeroespacial, dijo que obtuvo la información sobre los subcriptores de los celulares de la compañía AT&T. 

Indicó que en su informe no incluyó el telefóno de Camacho porque está asignado a otra compañía de celulares.

La fiscal Pérez Correa dijo que el informe del perito confirma testimonios anteriores. 

“El informe va a la credibilidad de los testigos”, sostuvo.

Dijo asimismo, que algunas de las personas incluidas en el informe de Nguyen “estaban siendo investigadas en un momento dado”. 

Indicó que se localizaron las torres de teléfonos que daban servicios a cada una de esas residencias y las torres de servicios de esa zona “para determinar el uso que se le dio a cada uno los celulares identificados por la compañía AT&T, asignados a estas personas, entre el 8 y el 9 y poder localizar dónde estaban esas personas durante ese período de tiempo”.

Alegó que Naldy Colón, según el informe, estuvo toda la noche en la torre que da servicio a su propia casa, mientras que a las 8 y pico la noche, Cacho estaba cerca en un Shell.

“Se descarta que estuvieran juntos. A las horas en que se indica que están ocurriendo los hechos ellos no estaban en el mismo lugar o, por lo menos, sus celulares no estaban recibiendo y haciendo llamadas desde las torres  de servicio desde la casa de Ana Cacho, donde ocurrieron los hechos”, dijo Pérez Correa a periodistas.

Cuándo se le cuestionó si no se registraba actividad cuando no se hacían llamadas o se envían mensajes de texto, la fiscal aceptó que si al aparato está prendido se va a registrar dónde está.

 “Si no se reciben o se hacen llamadas o mensajes de texto, el celular está en silencio y la torre no recibe nada”, dijo la fiscal.

La virazón

Sin embargo, en el interrogatorio del abogado Mario Moczó, el perito no pudo establecer dónde estaban Colón y Marrero  a las 3:00, 4:00 y 5:00 de la madrugada el 9 de marzo de 2010.

“Basado en su informe, ¿usted no puede decir que el celular de Arnaldo Colón estaba o no estaba en la casa de Ana Cacho a las 3:00, a las 4:00 o  las  5:00 a.m.? , preguntó Moczó al experto. “Eso es correcto”, replicó el agente del FBI, quien es vietnamita y declaró en inglés con un intérprete.

¿Usted lo que analiza son celulares, no personas?, le preguntó el abogado, a lo que el testigo respondió: “eso es correcto”.

Moczó dijo fuera de sala que el testimonio del perito del FBI “no tocó para nada” a su cliente.

Hermana de Lorenzo llora en su testimonio

En la mañana, la hija mayor de Ana Cacho declaró cómo vio a su hermano ensangrentado el día de su muerte, y lo mal que se sentía de no haber visto nada la madrugada del crimen.

“Estaba la cara hacia a mí, veo que tiene mucha sangre en la cara, el pelo oscuro, estaba en ‘boxers’ y camisa… No estaba haciendo ningún gesto”, rememoró la joven sobre los últimos momentos en que vio a su hermano de ocho años, camino al CDT de Dorado.

La joven universitaria, quien tenía 13 años al ocurrir los hechos y ahora tiene 19, sollozó cuando dijo que se sintió presionada por no cooperar con el esclarecimiento del crimen.

“Me sentía presionada en cooperar con la investigación. No tenía información sobre la muerte de mi hermano y estuve en la casa esa noche y no escuché nada y no vi nada raro… sentí que no estaba cooperando con la investigación y como era posible,.. era bien lógico que yo hubiera escuchado algo, quedaba cerca de mi cuarto”, expresó.

Asimismo, se retractó –como lo hizo en la vista preliminar anterior- sobre su declaración  de que la noche del crimen escuchara la voz de Naldy Colón.

Dijo que escuchó un ruido o un cantazo,  una voz gruesa y que mencionó a Colón porque fue la persona por la que le preguntaron al interrogarla. “Era el más que había visto y que podía decir que reconocía su voz”, sostuvo la joven.

Dijo que “no sabe lo que le ocurrió a Lorenzo”.

Durante su testimonio, aunque fue en corte abierta, la jueza Vilmary Soler  dispuso que las cámaras de televisión y los fotoperiodistas no grabaran la imagen de la joven, por ser menor de 21 años.