Dramático testimonio de novia del atleta Andrés "Corky" Ortiz
Una jueza encontró causa para juicio contra el biólogo retirado José Nieves Pagán.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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Arecibo.- La jueza Leyla Graulau Igartúa encontró hoy, jueves, causa para juicio contra biólogo retirado José Nieves Pagán, acusado de provocar el accidente que cobró la vida del baloncelista Andrés "Corky" Ortiz Colón y de su hijo Alexander Ortiz Vázquez, de cinco años.
Parado al lado de su abogado César Cerezo Torres, el hombre de 57 años escuchó a la togada determinar causa por dos cargos de homicidio negligente por las dos muertes, un cargo de lesión negligente por los golpes y fracturas que sufrió la voleibolista Daranjelyss Yantín Luberza, novia del atleta, así como otro cargo por manejar un vehículo de motor bajo la influencia de sustancias controladas.
El acusado también encara cuatro cargos menos grave por guiar de forma negligente al colisionar con dos vehículos. Todos los delitos se consolidarán en un solo proceso judicial.
La jueza del Tribunal de Arecibo señaló la lectura de acusación para el 5 de agosto y el juicio para el 3 de septiembre.
Durante la jornada de hoy, jueves, el Ministerio Público representado por los fiscales José Acevedo Acevedo y Wilson González Antongiorgi, sentaron a declarar a seis testigos, entre ellos Yantín Luberza, quien ahogada en llanto describió los últimos minutos de vida de Ortiz Colón.
"Ahí Andrés dice 'mami, ay Dios mío'. Luego Andrés en un segundo me pone la mano en el pecho y yo a él y me dice 'mami, te amo mucho'. Yo también le dije te amo mucho y lo miré", relató Yantín Luberza.
Entonces la guagua Hummer, que manejaba Nieves Pagán, invadió el carril por donde transitaba la familia y embistió el Nissan Versa color gris que manejaba el baloncelista, explicó.
"La guagua nos impactó de frente", señaló la joven.
Minutos antes del choque recordó que el menor, quien murió dos días después en el hospital, también se despidió de ella.
"Andrés le dice Alexander que le diga a la gorda (Daranjelyss) que me ama y Alexander dice 'gorda te amo", apuntó la mujer, quien declaró desde un sillón de rueda porque debido a los golpes recibidos todavía no puede caminar bien.
Ahogada en llanto y declarando con una voz apenas perceptible en sala, Yantín Luberza recordó los momentos del trágico accidente ocurrido el pasado 23 de mayo, cuando junto a su pareja y el niño transitaban por la autopista PR-22 para ir de compras a un centro comercial en Barceloneta.
La deportista, quien sufrió diversas fracturas y lesiones que le impiden caminar, apuntó que todavía escucha en su cabeza el estruendo del choque.
"Recuerdo hasta el boom", apuntó a preguntas del fiscal Acevedo Acevedo.
También indicó que su compañero trató de evitar la colisión con la guagua, que iba en contra del tránsito, pero explicó que no tuvo espacio para maniobrar porque a un lado transitaba una Suzuki y al otro estaba el área del puente.
El abogado defensor, César Cerezo Torres, no realizó preguntas a la testigo, quien al abandonar el salón de sesiones estalló en un llanto profundo y pesado que retumbó en el juzgado.
Como parte de los testigos de cargo, el Ministerio Público sentó a declarar a Yesenia Colón Báez, quien manejaba la guagua Suzuki Grand Vitara y a Emily Rivera, quien pasó por el lugar previo al accidente.
Ambas atestiguaron que vieron a una guagua Hummer desplazarse por la grama que divide los carriles de la autopista.
Rivera apuntó que observó el vehículo realizar un viraje "U" desde los carrilles que iban en dirección de Hatillo a Manatí para meterse en los carriles que iban en contra del tránsito.
Mientras que Colón Báez, apuntó que el conductor de la Hummer invadió el carril por donde ella transitaba al llegar al final de la grama y para esquivar la isleta que divide los carriles de la autopista.
"Al ver que viene en contra del tránsito frené y me moví de carril", señaló la testigo, que ese día iba en compañía de sus dos hijos.
Segundos después ocurrió la colisión, que involucró su carro, el vehículo del baloncelista y la Hummer.
Mencionó también que en un momento el acusado le mostró ambos brazos con las palmas de las manos hacia arriba y que observó que tenía un rosario en la muñeca y una pulsera plateada. Notó, además, que tenía una úlcera abierta "en carne viva" en el brazo izquierdo.
Los agentes Joel Mercado y Pedro Vega declararon que el acusado se mostró cooperador, pese a que actuaba incoherente después del choque.
Vega, por ejemplo, indicó que el hombre le aseguró que iba hacia su casa localizada en Hato Arriba cuando un carro lo chocó. Pero al ser confrontado con el detalle de que la salida hacia su casa estaba en la otra dirección el hombre se llevó las manos a la cabeza.
"Oficial me equivoqué, pero eso es un accidente que le puede pasar a cualquiera", apuntó Nieves Pagán según el agente Vega.
El siquiatra Víctor Torroño, por su parte, declaró sobre los efectos sedantes y sobre el sistema motor humano que tienen los medicamentos Klonopin, Demerol y Elavil, que afloraron en la prueba de sangre tomada al acusado.
Apuntó también que cuando estos medicamentos se combinan se agudizan los efectos secundarios.
En su turno de preguntas, el abogado Cerezo Torres estableció que no existía prohibición que estableciera que una persona que usara estos medicamentos no podía manejar un vehículo de motor.
También adelantó una posible defensa al plantear que su representado podía estar exhibiendo síntomas de fuga de ideas, en vez del letargo y la incoherencia que le atribuían los testigos por el uso de los medicamentos.
Además, trató de impugnar sin éxito el consentimiento que su representado ofreció para que le tomaran las pruebas de sangre y de aliento.