Edwin Bernard Astacio Espino le confesó a un compañero del grupo denominado Organización Narcotraficantes Unidos (ONU) que fue quien disparó contra el helicóptero de la Policía Municipal de San Juan la noche del 4 de mayo de 2010, lo que provocó la muerte del copiloto Jesús Fernando Quiñones Santiago.

Así lo alegó José "El Domi" Gutiérrez, quien es el tercer testigo identificado como miembro de la ONU que coopera con Fiscalía federal en el juicio por esos hechos contra Bernard Astacio, Luis "Danny KX" Rivera Carrasquillo y Ramón "Ramoncito" Lanza Vázquez.

Ante el juez federal José A. Fusté, el testigo relató a preguntas de los fiscales Jenifer Yois Hernández y Víctor Acevedo que iba con Bernard Astacio en un carro, saliendo del punto, cuando vienen unos policías y lo arrestaron a él, pero Bernard logró escapar.

Gutiérrez indicó que escuchó que habían disparado al helicóptero de la Policía Municipal y poco después lo soltaron. Entonces, volvió a ver a Bernard Astacio días después, según declaró.

"Me dijo que él le había tirado al helicóptero", expresó Gutiérrez, quien dijo que el hoy acusado se había rasurado el pelo y la barba.

En otra instancia, Gutiérrez dijo que Bernard Astacio le dijo que antes de tumbar el helicóptero, llamó a un sujeto apodado “Run Run” y le preguntó "que qué hacía, si le tiraba, que lo tenía a la mano". Dijo que el propósito era "sacar a los guardias para que los oficiales que estaban por allí se fueran porque habían varios miembros prófugos allí", refiriéndose a un negocio en la calle Blanes.

También testificó que en un momento dado estaban reunidos en el residencial Las Dalias y se escuchaba el helicóptero. Sostuvo que por radio cursaron el mensaje "se acerca el mosquito", y que Bernard Astacio le pidió un rifle y le dijo "que él lo controla".

Gutiérrez también vinculó a Bernard Astacio con el tiroteo ocurrido en el expreso de Trujillo Alto cuando asesinaron a la agente de la Policía Blanca de los Santos Barbosa y al bibliotecario Manuel Medina Rivera.

A preguntas del abogado de Bernard Astacio, Francisco Rebollo, el testigo confesó que se declaró culpable por delitos federales y llegó a un acuerdo con Fiscalía federal para declarar a cambio de una recomendación de sentencia más baja.

 Dijo, además, que él y los otros dos cooperadores en este caso, también exmiembros de la ONU, están en la misma sección de testigos, en el Centro de Detención Metropolitano (MDC, por sus siglas en inglés), en Guaynabo, y en la misma celda.

Rebollo le cuestionó por qué, cuando compareció ante un Gran Jurado para emitir la acusación federal, no mencionó que su cliente estuviera involucrado en el tiroteo de Trujillo Alto.

Los agentes de la Policía Municipal de San Juan, Dennis Santos Rivera y Zuleyka Ramos, relataron que la noche del 4 de mayo de 2010, patrullaban por la barriada San José, en Río Piedras, cuando divisaron un Toyota Yaris que tenía luces de alta intensidad indebidas, por lo que trataron de darle el alto, pero el vehículo siguió la marcha.

Comenzaron a perseguirlos hasta que el conductor se baja del automóvil y Ramos se va detrás de él. Santos observa que otro sujeto se baja del lado del pasajero y lo persigue, pero se interna en un área boscosa y no logró detenerlo.

Ramos a quien detuvo fue a Gutiérrez y lo condujo al cuartel porque se le ocuparon municiones.

El piloto José Rivera Quiñones relató que iba en el helicóptero de la Policía Municipal para darle apoyo a los agentes en tierra, quienes procuraban encontrar al sujeto que escapó del automovil. El copiloto era Jesús Fernando Quiñones y atrás iban los agentes municipales Eduardo Arvelo y Shakira Vázquez.

Rivera Quiñones relató que de la torre de control le ordenaron mantenerse volando a 300 pies o menos, por ser un lugar cercano al aeropuerto.

Explicó que desde el helicóptero estaban iluminando el área de la calle Blanes, cuando "comienzo a sentir impactos en la nave".

"Las detonaciones sonaban como si alguien estuviera disparando dentro de la nave, sonaba bien fuerte", precisó.

"Arvelo comienza a gritar que estaba herido. Comienzo a tratar de retirarme del lugar y se ilumina en el panel de instrumentos una luz que indicaba la pérdida de presión de la línea de transmisión", dijo Rivera Quiñones, quien buscó un área plana para tratar de aterrizar antes de que se apagara el motor, y bajó en el parque de pelota de la barriada.

"Me percato que el copiloto tenía el costado del lado derecho lleno de sangre. Estaba mal herido porque no me hablaba", agregó el piloto, quien dijo que Jesús Fernando Quiñones Santiago falleció alrededor de 12 horas después.

Arvelo, por su parte, testificó que mientras sobrevolaban el área, Rivera Quiñones le pidió que verificara la parte de atrás para ver si no habían árboles o líneas eléctricas cerca.

"Por mi experiencia, veo una ráfaga y procedo a entrar para informar que nos estaban disparando, pero antes de anunciarlo, recibo una herida en el hombro y pierdo el 'head set' porque una bala rozó la parte de atrás de mi cabeza. Grito, me dieron y una palabra soez. Le pregunté a Vázquez si estaba bien. Me pregunta que qué pasaba y le digo varias veces que me habían dado", relató Arvelo, quien luego observó una bala que impactó al copiloto y comenzó a gritar por radio que los pilotos estaban heridos, que estaban cayendo.

Lloroso, narró que al aterrizar en el parque de pelota llegaron personas al lugar y les gritaban que esperaban que se murieran.

"Llegan compañeros y se llevan a Fernando en una patrulla y de ahí no lo volví a ver más", agregó Arvelo con voz entrecortada.

Fusté le preguntó cuánto tiempo le tomó recuperarse de la herida, a lo que Arvelo le contestó: "De las heridas visibles, varias semanas. De las emocionales, todavía no he podido recuperarme".

A preguntas de Rebollo, Arvelo destacó que meses antes de los hechos, en el centro de mando se había recibido una llamada de amenaza (de ataque) si el helicóptero sobrevolaba San José.

El juicio por jurado contra tres de los miembros de la ONU por ocho cargos de asesinato, tres de tentativa de asesinato, intento de asesinato de policías, violaciones a la Ley de Crimen Organizado (RICO Act) y Armas continúa el lunes.