¿Tiene medicamentos como Xanax, Percocet, Oxicotin o Valium en el botiquín de su casa?

Si la respuesta es sí, sepa que usted podría ser un narcotraficante, sin ni siquiera saberlo. Y lo que es peor: el distribuidor o usuario de las peligrosas drogas podría ser algún adolescente de la familia, pues las estadísticas muestran que los fármacos recetados se han convertido en la droga de moda en este sector de la población.

Así se dio a conocer en medio de una conferencia de prensa realizada ayer por el Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA), agencia que, en alianza con otras entidades gubernamentales, se ha propuesto atajar el problema con diversas campañas de educación, entre ellas Take Back, la cual propulsa el recogido de fármacos en diversos puntos de acopio a través de la Isla.

Y es que, según Israel Alicea, subdirector de la DEA en Puerto Rico, las estadísticas sobre el uso de medicamentos prescritos o expirados demuestra que menores de 12 años les están usando viciosamente.

“Queremos prevenir el uso, el abuso y el desvío de estas medicinas, principalmente en los jóvenes que son afectados por la disponibilidad de las medicinas en nuestros hogares. Se dice que de un 62% a un 70% de estos medicamentos que son abusados provienen de familiares o de amigos, y es una epidemia que estamos enfrentando a nivel nacional”, expresó Alicea.

De hecho, la jefa de la Fiscalía Federal, Rosa Emilia Rodríguez, detalló que a nivel local las gangas de narcotráfico están incluyendo pastillas como Percocet y Oxicotin en sus negocios.

“Y esto es peligrosísimo, y estamos hablando de drogas que sólo se pueden conseguir con recetas, pero que muchos menores están accediendo en el botiquín de sus casas, causando un efecto devastador en el país”, dijo Rodríguez.

La información fue confirmada también por el director de Operaciones Conjuntas de la Policía de Puerto Rico, Miguel Velázquez, quien advirtió que son muchos los jovencitos que están utilizando las drogas como negocio en las escuelas intermedias y superiores del país.

“Ya estamos viendo tráfico de estas drogas entre estudiantes o lugares cercanos a escuelas. Y es que el problema es que ésta es la droga de moda entre la juventud”, dijo a Primera Hora Velázquez.

Explicó que lo usual es mezclar dos Xanax, Percocet o “palitroque” -como le dicen a este último medicamento en el mercado callejero-, con dos cervezas o bebidas energizantes.

“Muchacho, y con esa mezcla un angelito se demoniza en cuestión de minutos”, manifestó el funcionario.

De hecho, aseguró que actualmente la Policía está impulsando un estudio para analizar la relación del uso de fármacos recetados con el incremento de violencia en esta población.

“Es que estamos viendo que la mayoría de los muchachos adolescentes, de 14 años para arriba, que están cometiendo delitos graves, usaron pastillas antes de cometer sus crímenes. Cuando los entrevistamos nos lo confiesan y lo peor es que no recuerdan ni siquiera la gravedad de lo que hicieron. Así que imagínate: dos pastillitas, dos cervezas y una pistola y tienes el combo mortal completo”, agregó Velázquez.

De otra parte, el director de la División de Control de Drogas de San Juan, el teniente Félix Bauzó, explicó que el mercado de fármacos en el área metropolitana se concentra en el área de Río Piedras, siendo los jóvenes sus principales distribuidores y clientes.

“En ocasiones, el modus operandi para conseguirlas es utilizar la falsificación de recetas”, explicó al advertir que a cualquier persona arrestada por posesión o distribución de fármacos se le radicarán cargos criminales graves sustentados en la Ley de Drogas. Asimismo, dijo que el acusado se expondrá a una pena mínima de tres años de cárcel.