El mar se traga a un joven
En la playa Surfer Beach de Punta Borinquen, en Aguadilla. (Ve vídeo)

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Con la fe puesta en Dios y deseando que todo sea una pesadilla, Ana M. Román afronta la desaparición de su nieto Luis Adolfo Velázquez Butler. El mar se tragó al joven el jueves pasado en la playa Surfer Beach de Punta Borinquen, en Aguadilla, y hasta ayer tarde no había rastros de su cuerpo.
Luis Adolfo se ausentó de Ramey Job Corps con otros compañeros de estudios y se fueron a disfrutar de un día de playa. El grupo, compuesto por dos varones y tres mujeres, que tenían entre los 17 y 18 años, según la investigación del agente Félix Adames de la Unidad de Ayuda Juvenil, compartían en el agua cuando fueron arrastrados por las corrientes.
A pesar de que se ayudaron entre sí, sólo cuatro lograron llegar a la orilla, pero Luis Adolfo no. Fue arrastrado y desapareció ante la mirada atónita de sus amigos.
Desde ese momento, la tragedia tocó a las puertas de su familia, que sufre profundamente su ausencia.
“No sé qué le pudo pasar, él sabía nadar”, dijo la abuela del joven mientras mostraba fotos de Luis Adolfo de cuando era un niño.
La incredulidad los arropa y no es para menos: ellos viven cerca de la costa del mar Caribe y su nieto creció jugando en el mismo mar que, según la Policía, se cree que se lo tragó.
“Bebo”, como le llamaban sus allegados al joven de 17 años, vivió junto con sus abuelos y dos hermanos desde que tenía un año hasta que cumplió los 14 años de edad.
“Siempre era bien alegre, respetuoso y tranquilo”, dijo doña Ana, quien recordó que su nieto había comenzado a estudiar en el programa Job Corps hace apenas unas semanas y que estaba contento con sus estudios en la institución, donde también está su hermano Luis Ángel, de 16 años.
“Nadie se explica cómo se pudieron salir del lugar para irse a la playa, porque hay mucha seguridad”, señaló doña Ana.
Recordó que en una ocasión fueron a llevarlos a la base Ramey y desde que llegaron pudieron percatarse de lo estricto de las normas de seguridad.
“Yo espero en Dios que aparezca con vida, o que se haya ido para otro lado”, destacó con la esperanza a flor de piel la abuelita de Luis Adolfo, a quien él llamaba “mami”.
Dos hermanas de Luis Adolfo se expresaron molestas con la búsqueda que realizan las autoridades.
Personal de la Guardia Costanera, así como de Manejo de Emergencias de Aguadilla, Aguada y Arecibo, realizan la búsqueda por tierra, mar y aire, tratando de dar con el cuerpo de Luis Adolfo, vecino del sector Tallaboa Encarnación de Peñuelas.
A pesar de que la desaparición de Luis Adolfo ocurrió a media tarde del jueves, según sus hermanas, Katyria y Linda, no fue hasta eso de las 10:00 de la noche que en Ramey Jobs Corps se percataron de que se había ausentado de clases y estaba desaparecido.
“Ellos (los cuatro que salieron del agua) dicen que decidieron no ir a clases e irse a surfear, pero él no sabía nada de eso... le escondieron sus pertenencias y ahora no aparece el celular, una cámara y su cartera’’, dijo Katyria tras agregar que todos salieron por el portón de seguridad de Job Corps.
Agregó que la administración de la institución no les había querido dar información sobre su hermano, al que describió como de tez blanca, pelo negro, 140 libras de peso, seis pies de estatura y que al momento de desaparecer vestía un pantalón corto negro.
La administración de Ramey Jobs Corps no estuvo disponible para entrevista y una guardia de seguridad, de varios que estaban en el portón de entrada, se limitó a decir que el director, Osvaldo Ubiñas, estaba reunido y no atendería a la prensa. “Está ocupado en una reunión, no puede atender a la prensa’’, dijo la oficial de seguridad, que se identificó como Jannette Valle.
Elvis Morales, director regional de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (Aemead) confirmó que la desaparición fue en la tarde, pero que los jóvenes que estaban con Luis Adolfo se querellaron a la Policía poco antes de la 9:00 de la noche. Por eso, dijo, no fue hasta los 8:00 de la mañana de ayer que se le notificó a Aemead.
“Nos notificaron a las 8:00 de la mañana y ya dos horas después teníamos personal por tierra, mar y aire... la búsqueda continuará hasta que podamos encontrar a este joven’’, dijo Morales.
El teniente Carlos Peña y el agente Israel Colón de la Unidad de Homicidios del CIC de Aguadilla se unieron a la investigación del caso.