Tras ser excarcelada la noche del miércoles, la joven Elianni Bello Gelabert -señalada por las autoridades de supuesta comisión de delito cuando quiso entregar a su bebé de tres meses de nacida en las instalaciones de la residencia del padre de la criatura- fue examinada por un médico y refugiada en un albergue para víctimas de violencia de género desde donde pudo comunicarse con sus familiares en la República Dominicana.

Así lo destacó a Primera Hora la abogada de la joven de 22 años, María Saez, al explicar que su cliente estaba sumamente estresada e impactada emocionalmente por lo acontecido desde el pasado viernes cuando vio convertida en una pesadilla una llamada de auxilio a la policía para notificar que no podía hacerse cargo de su bebé -pues había sido desahuciada de su hogar- y que el progenitor de la criatura, contra quien tiene una orden de protección, no mostraba interés en protegerla.

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Según la licenciada Saez, Elianni está “más tranquila”. La joven madre fue excarcelada luego que un juez redujera de $50,000 a $1 la fianza que le habían impuesto tras la causa para arresto por un cargo de negligencia infantil.

“Se siente mejor de salud... la llevaron a hacer un examen preliminar y luego se trasladó a un albergue de protección a víctimas de violencia de género, cuya dirección no puedo revelar por asuntos de seguridad. El lunes me vuelvo a reunir con ella porque he querido darle espacio para que se instale y se oriente sobre las normas del albergue y los beneficios que va a recibir. Espero que, dentro de toda esta situación, todo marche bien”, sostuvo la abogada de la Sociedad para Asistencia Legal (SAL).

Tras ser excarcelada, se dijo que la muchacha estaría bajo la custodia del Centro de la Mujer Dominicana, entidad que se encargaría de buscarle un hogar y de que reciba los servicios médicos y sociales que necesita. Se asegurará, además, de que comparezca a sus citas con el tribunal.

“Además, Elianni pudo comunicarse con su familia, sus hermanos y su mamá en la República Dominicana, y eso la animó. Ellos han estado atentos y eso es importante porque Elianni empieza a comprender que no está sola y que va a recibir apoyo. Pienso que ella todavía no se ha dado cuenta el impacto que ha tenido su caso, uno que yo espero que termine siendo para beneficio del país y para muchas otras personas y mujeres en su misma posición”, agregó Saez.

En principio, la Policía Municipal de San Juan arrestó a la joven -pobre y con estatus migratorio no definidio- luego de la llamada que esta realizara. Los agentes indicaron que, al llegar a la residencia, ubicada en Santurce, Bello Gelabert se les acercó para decirles que había “abandonado” a la menor porque ni ella ni su padre podían hacerse cargo de ella.

Sin embargo, información confirmada por El Nuevo Día a través de varias fuentes, contrario a lo que informó la Policía el día de los hechos, resalta que la joven no dejó la bebé frente a la casa del padre, sino en terrenos de la propiedad. Una vez hecho esto, cruzó la calle y, oculta, se puso a esperar que el padre, Yon Arias Lugo, de 42 años, que vive allí junto a su madre, recogiera la bebé.

Minutos después, tras no aparecer el padre, llamó a la Policía y reportó los hechos. Cuando llegó la Policía, voluntariamente se les presentó y dijo que colocó allí a la bebé como una manera de presionar al padre a que la asistiera en su cuidado, lo cual el hombre se negaba a hacer, según pudo confirmar el medio.

En medio de todo el proceso también trascendió que la joven madre, una inmigrante dominicana que llegó sola a la isla cuando tenía 19 años, estaba en proceso de ser desahuciada de una pequeña casa donde vivía alquilada con la niña.

De hecho, la abogada Saez expresó a Primera Hora que, actualmente la joven cuenta con una orden de protección contra Arias Lugo. Anterior a que se le concediera esa orden, el sujeto la había denunciado por presunta agresión y el caso no prosperó a nivel de vista preliminar.

“Los fiscales conociendo esta situación y que este hombre ha utilizado el sistema para revictimizarse, con todo y eso, es el testimonio de él con el que cuentan para acusarla ahora. Es un cuadro terrible. Dramático, diría yo”, dijo la abogada.

Asimismo, la licenciada destacó la inacción gubernamental pues con esa orden de protección vigente, la víctima de violencia de género fue desahuciada.

“Y no solo el tribunal ordena el desahucio, es que se ordenó que se notificara al Departamento de la Familia y no sabemos si es que no se hizo esa notificación o la agencia no hizo su intervención, pero tampoco hubo acción para asistir a Elianni. De hecho, ella misma se autorefirió porque, cuando vio que había quedado desprovista de hogar y que por su estatus migratorio no cualificaba para ciertas ayudas, llamó ella misma a Familia pidiendo asistencia. Y no la recibió. Ella nos dice que una trabajadora social la evaluó y hasta determinó que estaba apta para quedarse con la niña, pero no recibió la ayuda que buscaba”, puntualizó Saez.

Precisó que fue bajo ese escenario de desesperación que la joven madre llegó a un estado mental en el que, preocupada por no tener dónde vivir y por miedo de quedar en la calle con su hija, que le pide al progenitor que se ocupara de la pequeña.

“Pero el padre opta por irse y dejarla allí. Y resulta ahora que ella es la acusada, cuando ella fue la que llamó a la policía para notificar la situación de la niña... y lo que ocurre es que la arrestan”, lamentó.

Según Saez el caso de su cliente demuestra varias violaciones de derechos humanos. “Claro que sí, hay que evaluarlo a fondo y yo espero que Justicia lo esté evaluando y rectifique esta conducta y que sirva de ejemplo para que se pueda crear un protocolo que funcione. Sobre la nacionalidad, sobre cualquier otra situación ella es un ser humano y así hay que tratarla. Nada puede ir sobre esos derechos humanos”, indicó.

“Aquí vemos todos los prejuicios. Raza, género, clase social, su estatus migratorio. Todo se juntó y la solución más fácil es criminalizarla, meterla presa y quitarle la bebé. Nadie ha ido al problema en su fondo”, sentenció.

De otra parte, trascendió este jueves que el licenciado Marcos Rivera- reconocido por atender casos de racismo, incluido el de la niña Alma Yariela- podría unirse a la defensa de Elianni.

“Puedo confirmarte que sí me hicieron acercamiento para representarla. Hasta que no hable con ella no puedo dar mucha información. Necesito entrevistarme con ella antes de hacer cualquier otra expresión”, dijo Rivera quien trabajaría el caso probono, es decir sin cobrar un solo centavo a la cliente.

Señaló que su interés es trabajar en conjunto con la Sociedad para Asistencia Legal (SAL).

“No sé si ellos trabajarían conmigo. Lo que sí te digo es que yo no entorpecería ninguna estrategia. Entiendo que mi presencia, conocimiento, experiencia, compromiso y solidaridad estará ahí con ellos en SAL... estaré para todo lo que me necesiten. Aquí no hay situaciones de ego ni de protagonismos”, recalcó el abogado.