En condición delicada el matrimonio de policías heridos por explosión en Villalba
La explosión inició por un problema con un tanque de gas de una secadora.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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Villalba. “¡Pégame la manguera! ¡Échame agua!”.
Así le gritó el policía Edgard F. Maisonet Fernández a dos vecinos que estaban limpiando el patio de su casa en la calle Flamboyán del barrio Hatillo en Villalba, quienes lo vieron prendido en fuego segundos después de escuchar una fuerte explosión.
El hombre de 40 años estaba instalando un tanque de gas a una secadora cuando ocurrió el desgraciado incidente que también afectó a su esposa, la también agente Rebeca Rosado Rodríguez y a tres de los hijos adolescentes de la mujer, que labora en el Cuerpo de Investigaciones Criminales de Ponce.
“Nosotros estábamos limpiándole el patio cuando oigo la explosión y los gritos… vengo para acá, él está prendido en fuego, el pantalón corto y to’. Fue una explosión bastante fuerte”, dijo William Alvarado Torres, uno de los vecinos que fue contratado por la pareja para hacer la limpieza en la parte posterior de la residencia.
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“Él quería que le pegara la manguera, me decía: ‘pégame la manguera, échame agua’, porque al explotar le cayó gas y estaba quemándose de la cintura para abajo, pero uno no puede echarle agua rápido porque hay que esperar. No me atreví, pero al fin y al cabo tuve que hacerlo”, agregó.
Según Alvarado Torres, la explosión surgió dentro de la estructura, específicamente en el último cuarto a donde realizaban las tareas de lavandería.
“Ella (Rebeca) estaba en el área del ‘laundry’ lavando ropa, parece que el galón explotó y ahí fue que vino el revolú. Ella estaba toda agolpiá (golpeada) y bien nerviosa; los nenes no, porque fue que se tiraron pa’ encima de ella y al explotar los cristales, pues los cortaron a ellos”, dijo por su parte Alberto Ortiz Ruiz, otro de los vecinos que presenció el suceso.
“No quisiera ni hablar, porque conozco esos nenes desde chiquititos y cuando los vi to’s cortaos, esbarataos y a él quemándose, fue bien fuerte, muy triste. A la nena le celebraron el quinceañero hace como un mes”, compartió Alvarado Torres sobre el momento en que vio heridos a los adolescentes.
De acuerdo con Alvarado Torres, a otro de los hijos de Rebeca, que es gemelo, “no le pasó nada porque estaba trabajando”.
Por su parte, José Figueroa Collazo, que vive casi al frente de la residencia afectada, fue quien llamó al Sistema de Emergencias 9-1-1.
“Fue una explosión contundente, duro, sólida, bien fuerte, y la puerta de la parte de al frente se desprendió y entonces ellos salieron gritando y yo bajé rápido cuando lo veo a él y a ella. Él estaba todo quemado por la parte del frente desde los glúteos, piernas, brazos, cara, pecho y ya los cueros desprendiéndose de la piel y ella era menos grados de quemadura que él”, expuso Figueroa Collazo.
“Rápidamente empecé a llamar al 9-1-1, contactaron con Bomberos, Emergencias Médicas y Policía e informé que eran dos oficiales y, de paso, para que llegara rápido la uniformada, porque ellos tenían sus armas de reglamento ahí y en una cosa así, uno nunca sabe, pero llegaron rápido, como en 15 minutos”, resaltó Figueroa, quien conoce a la familia desde hace ocho años.
Lo perdieron todo
Mientras tanto, el ambiente del barrio Hatillo en Villalba era de asombro, impregnado aún de un olor parecido a cable quemado.
Frente a la casa había muebles y otras pertenencias que fueron sacadas por los vecinos de Edgard y Rebeca, quienes por la gravedad de las quemaduras fueron llevados al Hospital San Cristóbal de Ponce y luego al Centro Médico en San Juan.
“Ya mañana viene el truck del municipio para recoger los escombros. Ahí fue todo pérdida total, porque el humo y el calentón lo que queda está ahumao, pero eso ya no sirve. Perdieron casi todo y las camas, todo, porque con el humo se daña todo”, lamentó Ortiz Ruiz al describir a la familia afectada como “tremendos vecinos, gente buena”.
El comisionado de la Policía de Puerto Rico, Henry Escalera, pudo conversar con la pareja de oficiales heridos y expresó en declaraciones escritas a Primera Hora que, dentro de su condición crítica, los policías y sus tres hijos adolescentes están estables.
“Pude conversar personalmente con el compañero Edgar Maysonet Fernández, adscrito a la División de Delitos contra la propiedad, y su esposa, la compañera Rebeca Rosado Rodríguez, quien labora en la División de Homicidios. Gracias a Dios ambos se encuentran estables, al igual que sus tres hijos de 15, 17 y 19 años”, destacó Escalera sobre los infortunados.
Tan pronto supo lo ocurrido, el comisionado llegó al hospital donde atendían a los heridos y puso a disposición de familiares a los capellanes de la Uniformada.
“En el Negociado de la Policía estamos comprometidos con brindarles el apoyo que necesitan en este difícil momento. Personal de Relaciones con la Comunidad se encuentra activo con capellanes y psicólogos, quienes les ofrecerán ayuda espiritual y emocional. Además, estamos atentos para asistirles en cualquier otra necesidad. Nos unimos en oración para la pronta recuperación de esta familia”, agregó Escalera.
Información policiaca indica que Maysonet Fernández, es el más grave con hasta un 60% de quemaduras en su cuerpo. Mientras, Rosado Rodríguez, de 43 años, recibió quemaduras en un 30% de su cuerpo. Los menores sufrieron heridas de menor intensidad.
Unos gatos de la familia fallecieron en el incidente.
De otra parte, el alcalde de Villalba, Luis Javier Hernández, lamentó lo ocurrido y se puso a la disposición de la familia para atender cualquier situación.
“Los conozco y es bien triste lo que ha ocurrido… el martes en la mañana personal de la Oficina de Ayuda al Ciudadano del municipio los visitará para dejarles saber que estamos dispuestos a ayudarlos en cualquier cosa que necesiten”, sostuvo el alcalde.