El juez Manuel Acevedo Hernández, del tribunal de Aguadilla, programó para mediados de enero próximo, el inicio del juicio contra los dos menores que serán juzgados como adultos por el macabro crimen del contratista Agustín Areizaga Cordero, ocurrido a principios de septiembre pasado, en la zona rural de Moca.

Los abogados de Eric Cordero Barreto y Octavio Salas Cordero, primos hermanos y a su vez parientes de la víctima, sometieron mociones de desestimación, traslado del caso al Tribunal de Menores y Supresión de Confesión, entre otras, las cuales le fueron referidas al juez Manuel J. Vera.

 Lo que si adelantaron los abogados de la Sociedad de Asistencia Legal (SAL), Héctor Miranda y Edwin Barreto, que representan a Salas Cordero, y del abogado Edwin Sepúlveda, quien fue asignado por el tribunal como abogado de oficio para Cordero Barreto es que sus clientes escogieron que sea un jurado quien determine su inocencia o culpabilidad.

El juez José Tomás Román Barceló encontró causa para juicio contra Cordero Barreto y Salas Cordero a mediados de octubre pasado, cuando expresó en corte abierta que “no tengo la menor duda que en este caso hubo premeditación y tortura” en el caso que ha acaparado la opinión pública porque la víctima fue decapitada y su cabeza colocada en el mostrador entre la cocina y el comedor de su residencia.

 El siquiatra del estado Rafael Cabrera examinó a ambos jóvenes y determinó que estaban procesables, luego de que la defensa tratara de establecer que los imputados no estaban aptos para ser procesados, porque tenían expediente de problemas de salud mental.

El agente Israel Colón, de la Unidad de Homicidios de Aguadilla, llevó el peso de la investigación del caso en el que se asegura que los dos jóvenes una vez fueron entrevistados confesaron por separado el horrendo crimen en la residencia de la víctima, sector Loma del barrio Voladoras de Moca, donde residían tanto la víctima como sus presuntos victimarios.

 Los abogados de la defensa lograron que el juez Acevedo Hernández emitiera una orden judicial para que el próximo 22 de noviembre, se les permita ir a la escena del horrendo crimen junto al fiscal Miguel Deynes y alguaciles, para examinar el área donde ocurrió el asesinato y decapitación de Areizaga Cordero.

 A su salida de sala Eugenia Areizaga, hermana de la víctima, se mostró confiada en que se haga justicia, cuando se ventile el juicio en su fondo.

 “Yo me siento molesta porque quiero justicia, que los criminales, los homicidas, paguen por lo que le hicieron a mi hermano’’, dijo Eugenia, quien se expresó confiada en que el gobierno haga justicia porque su hermano fue una persona sana, que no debió morir de la manera en que fue encontrado con 68 heridas cortantes y decapitado.