El hombre acusado de asesinar al voleibolista, Jesús David Hernández Otero, regresó hoy al Tribunal de Bayamón para la lectura de acusación de los tres cargos que pesan en su contra.

Vestido de azul y esposado de manos, Neftalí Castillo Cabrera, de 21 años, arribó a la sala 706 que preside el juez José Ramírez Lluch para el trámite que da inicio a los 60 días de término para un juicio rápido.

Durante la breve audiencia, el acusado estuvo en sala acompañado del licenciado Héctor Santiago Rivera, quien compareció en representación de su abogado Antonio Sagardía de Jesús.

Santiago Rivera recibió los tres folios y solicitó al magistrado que enviara copia de la minuta a su colega Sagardía de Jesús.

Ahora la defensa tiene 10 días para someter una alegación, pero si no somete una en el término correspondiente el tribunal anotará una alegación de no culpabilidad.

Hernández Otero enfrenta un cargo de asesinato, un cargo de destrucción de evidencia y una violación a la Ley de Armas.

Por el cargo de asesinato solamente se expone a una pena de 99 años de cárcel.

Los abogados Miguel Alameda y Enrique Rivera Mendoza representaron al Ministerio Público en la vista.

El juicio quedó señalado para el 11 de junio.

En la vista preliminar, el Ministerio Público sentó a declarar al agente José Pagán, del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Vega Baja, quien supuestamente escuchó al acusado confesar el crimen.

En esa confesión, Castillo Cabrera supuestamente relató que para el 19 de marzo pasado llevaba meses contactando por texto y Facebook a una mujer de nombre "Joana Torres", y que ese día supuestamente se verían por primera vez, a través de un amigo en común, que era Hernández Otero.

 Luego de recoger a Hernández Otero en su auto, el acusado se dio cuenta que la mujer no existía, sino que era una invención del voleibolista.

Otro testigo, Luis Llanos, declaró que observó al acusado atacar al voleibolista en una playa en Dorado.

Llanos acompañaba a la víctima y al presunto agresor al momento de los hechos ocurridos el pasado 19 de marzo, en lo que ha sido considerado un crimen de odio por la orientación sexual de Hernández Otero, quien era homosexual.