La mujer que fue secuestrada en medio de un "carjacking" frente al centro de diálisis Fresenius Medical Care hoy al mediodía no había sido entrevistada por la Policía a las 4:30 p.m., luego de que apareció sana y salva en el pueblo de Vega Baja.

El sargento Johnny Rodríguez, de la división de Robos del Cuerpo de Investigaciones Criminales de San Juan, explicó que se encontrarían con la mujer en un cuartel del área para la entrevista. La mujer fue dejada en libertad e ilesa frente a un concesionario de autos en la PR-2, kilómetro 34, en Vega Baja, desde donde llamaron a la empresa.

La odisea de la mujer comenzó a las 11:55 a.m. cuando la víctima, a quien este medio no identifica para proteger su identidad, caminaba por el estacionamiento del local, ubicado en la intersección de las calles América y Francia, en Hato Rey, para abordar su auto Toyota Corolla, color vino. Fue entonces que se observó a dos individuos, que pasaban por la acera frente a un parque infantil, que comenzaron a seguirla.

Según el comandante de la región de San Juan, Orlando Rivera, el guardia de seguridad del estacionamiento, al ver que los dos hombres estaban obligando a la mujer a entrar en su vehículo, trató de intervenir para evitar el secuestro, pero uno de ellos desenfundó un arma de fuego con la que lo golpeó en la cabeza causándole una herida abierta.

Cuando primero el guardia se acercó, los individuos incluso le dijeron que se encontraban con la mujer porque ella se sentía mal, contestación que levantó aún más sospechas.

 Acto seguido, los delincuentes raptaron a la mujer, en su vehículo con rumbo desconocido, hasta que apareció dos horas más tarde frente a un dealer de autos en Vega Baja.

"Estamos todos consternados aquí. Ella es una mujer de la Iglesia, cooperadora y tranquila", comentó una compañera de labores, Marylin Matos.

 Al momento, se desconoce el paradero del vehículo y de los asaltantes. Uno de los delincuentes fue descrito como de 5’7” de estatura, vestía un pantalón tipo bermuda color crema y gorra negra con la visera roja y tenía un collar ortopédico. El segundo delincuente mide unos 5’4” de estatura, es de tez trigueña y pelo ondulado.