Fajardo. Doña Carmen Osorio jamás imaginó que su nieto Jaime de León Hernández fuese capaz de secuestrar, torturar y asesinar a su inquilino, Raymond Román Agosto, un contratista instalador de puertas cuyo cuerpo fue encontrado amordazado y parcialmente calcinado cerca de un centro comercial en Fajardo.

Ayer, la anciana de 79 años lloraba desconsolada al explicar las incidencias de este caso, cuya pesquisa aún no ha concluido y que podría vincular a otros de sus parientes.

La envejeciente, vecina del barrio Florencio, relató a Primera Hora que conoció a Raymond a través de su hija de crianza Sonia Rivera Flecha, de 36 años, quien era novia del occiso. Destacó que la víctima vivía en un “apartamentito” en los bajos de su hogar desde hace un año, cuando la pareja aún sostenía una relación sentimental. “Pero ellos se dejaron porque mi hija es bien rebelde, hay que hacer lo que ella quiere... yo la tengo desde que ella tenía 10 años a través de Servicios Sociales (Departamento de la Familia) y ella siempre ha sido problemática. Por eso se dejaron y yo no la quería aquí... además, ella se pasaba mandándole mensajes al celular que decían: ‘prepárate que te voy a matar’. Y seguía ahí, ahí mandándole 25 y 30 mensajes. Él me los enseñaba y yo le decía: ‘repórtala Raymond, repórtala’”, contó la mujer. A Rivera Flecha, y a su hija adolescente de 14 años, se le radicaron cargos ayer -en el caso de la menor faltas- por perjurio agravado y brindar información falsa a las autoridades. Trascendió que la mujer se querelló en el cuartel de Humacao, denunciando que Raymond la estaba acechando en momentos en que la víctima ya estaba muerta.

La Policía sostiene que la adolescente era novia de De León, pero doña Carmen dijo que la novia de su nieto “es otra muchacha”. La pesquisa no ha logrado establecer alguna otra complicidad de las féminas con el crimen de Raymond.

Rivera Flecha prestó a través de la Oficina de Servicios con Antelación a Juicio una fianza de $600,000, pero su hija fue ingresada en una institución juvenil en Ponce.

¿Y usted cree que su hija tenga algo que ver en este crimen?, le preguntamos. “Fíjate, no creo. Será rebelde , pero no creo que haga algo así... a lo mejor me equivoque. Pero mi corazón me dice que no”, expresó doña Carmen.

Entonces se le aguaron los ojos y dijo: “Eso fue mi nieto... Jaime de León es mi nieto, el hijo de mi hijo”. La señora relató que De León se quedaba en su casa desde hace dos semanas. Al mismo tiempo, agregó, que en el hogar también hospedaba hace unos días a otro sujeto -no identificado- al que le dio techo porque “su casita se inundaba”.

“Mi error fue ese... meter a esos muchachos aquí y lo lamento de verdad. Entre ellos dos fue que mataron a Raymond”, dijo la fémina. Expresó que el individuo que refugiaba en un cuartito de su casa se lo confesó: “Él me dijo: ‘Doña Carmen, matamos a este (señalando la planta baja de la casa)’. Y yo le dije: ‘¿Cómo fue eso?’. Y él me dijo que se lo había llevado en una guagua y que se la habían confiscado porque encontraron sangre. Me dijo que lo había achocado con que sé yo ni qué...”, manifestó doña Carmen, quien ese mismo día supo que su nieto había sido arrestado por las autoridades.

“Él andaba en mi carro llevando a la novia a su casa cuando lo arrestaron... si lo hizo que pague”, agregó la mujer sobre su nieto, a quien se le encontró causa para arresto por cargos de asesinato, violación a la Ley de Armas, robo, conspiración, secuestro agravado y destrucción de evidencia.

Se le fijó una fianza de $4.3 millones que no prestó, por lo que fue ingresado a la cárcel. La Policía está en busca del otro sujeto que participó en el crimen.