Familiares de una mujer de 89 años que falleció el mes pasado en el Hospital Universitario del Centro Médico de Río Piedras tras ser sometida a una cirugía de cadera reclamaron hoy al Departamento de Salud una investigación sobre las causas que rodearon la muerte de la mujer. 

José Cotto Torres y Maribel Valentín Torres, hijos de Santa Torres, alegaron en entrevista con Primera Hora que su madre fue trasladada a la Sala de Emergencias del Centro Médico, adscrito a la Administración de Servicios Médicos (ASEM), en junio tras sufrir una caída en el hogar que compartía con su hija en el residencial Las Margaritas. 

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Según Valentín Torres, una vez recluida en las instalaciones, personal médico le realizó placas en la cadera que revelaron que la mujer tenía una fractura. Después de estabilizarla, los médicos decidieron operarla para colocarle tornillos en el área. 

“Empezaron a darle morfina para el dolor que le provocaba náuseas, y determinaron cambiarle el medicamento” relató Valentín Torres a este diario. El cambio se debió a que la mujer, presuntamente, no estaba tolerando bien la morfina.

Tanto Valentín Torres como su hermano expresaron que la operación fue exitosa.  Indicaron que ambos compartieron y conversaron con su madre mientras esta se encontraba en el área de recuperación antes de que fuera transferida al Hospital Universitario. Sin embargo, según relataron, el panorama cambió drásticamente cuando fueron a verla el día siguiente pues encontraron a Torres dormida en la cama de su habitación con la presión baja. 

“Exigimos que llegaran los médicos y luego de hacerle varias preguntas a la enfermera de turno ésta nos informó que la noche anterior un enfermero le había administrado a mi madre cuatro milígramos de morfina. Luego, a las cinco de la mañana, le pusieron cuatro miligramos más”, relató Cotto Torres.

Los hermanos indicaron que el médico que los acompañó en ese momento les explicó que su madre no despertaba porque estaba intoxicada con morfina.  Fue entonces cuando el galeno decidió administrarle dos inyecciones del medicamento Nalaxone para hacerla despertar.  

“Con la primera dosis, no despertó y cuando le pusieron la segunda dosis se levantó agitada. Entonces, el médico nos preguntó si queríamos entubarla. Mi mamá estaba hinchada, tenía la presión muy baja y se estaba quedando dormida nuevamente”, dijo Cotto Torres.

Las próximas horas fueron críticas para la pareja de hermanos. Ambos relataron que el 6 de junio observaron a su madre agonizar. La mujer lucía  desesperada y se prepararon para el peor panorama. Fue entonces cuando la miraron fijamente a los ojos y se despidieron de ella. Minutos más tarde el médico entró a la habitación y confirmó la muerte.

“Para nosotros esto es un trauma. Ha pasado casi un mes, pero no podemos dormir y queremos que la secretaria de Salud nos explique qué fue lo que sucedió ahí. Responsabilizamos a los médicos que no estuvieron conscientes de los medicamentos que se le administraron a mi mamá”, reclamó Cotto Torres.

Los hermanos exigieron una explicación y evidenciaron sus alegaciones sosteniendo el expediente médico de su madre. El documento, que contiene más de 135 páginas, fue recogido por ambos en la oficina de récords del Departamento de Salud, dos semanas luego de la muerte.

Tanto Cotto Torres como su hermana, aseguran que el sumario provisto por la agencia de salud contiene información inconsistente como lo son las horas en que se le administraron vitales a Torres, la cantidad de morfina administrada y la hora en que se recogió el cuerpo en el hospital para ser llevado a Ciencias Forenses.

Este medio solicitó declaraciones oficiales del Departamento de Salud.  A través de su oficial de prensa Rolando Román, expresaron que no emitirá declaraciones sobre este caso.