Arecibo. Ariel Zaid Gutiérrez Roche cumpliría ayer seis meses de haber llegado al mundo luego de varios intentos de sus padres, quienes deseaban inmensamente su llegada.

Para su papá, Miguel Gutiérrez Serrano, era rutinario llevarlo al centro de cuido. Sin embargo, ayer en la mañana, inexplicablemente, al llegar a su lugar de trabajo, Miguel se bajó de su auto, dejando atrás a Ariel Zaid, quien murió asfixiado horas más tarde, después de quedar encerrado en el vehículo bajo el sol candente.

En un aparente descuido, el infante fue olvidado por su padre en el asiento protector en la parte trasera del vehículo Toyota Prius, que estaba estacionado en los predios del concesionario de autos Toyota Arecibo, donde Gutiérrez Serrano se desempeñaba como mecánico.

Según la investigación preliminar, poco después de las 11:30 de la mañana –casi cuatro horas después de haber dejado encerrado a su bebé–, Gutiérrez Serrano recibió una llamada de su esposa, una maestra de Educación Especial cuya identidad no fue revelada, preguntándole sobre cómo estaba el niño.

En ese momento, le hizo saber a su esposa que “todo estaba bien” cuando, de pronto, recordó el fatal error que había cometido. Acto seguido, corrió hacia su vehículo y encontró al pequeño inconsciente y empapado en sudor. Tras el desolador hallazgo, él mismo llamó a su esposa para decirle que había “matado al bebé”.

El hombre alertó a sus compañeros de trabajo, quienes realizaron la llamada al Sistema de Emergencias 9-1-1. Fueron minutos que parecían horas y, mientras, el padre trataba desesperadamente de revivir a su hijo. La ambulancia solicitada nunca llegó, y tanto el progenitor como el infante tuvieron que ser llevados en una patrulla de la Policía hasta el Hospital Metropolitano Dr. Susoni.

“En el momento que llegamos a la escena, entendíamos que si recibía algún tipo de atención rápida, el bebé podría sobrevivir, pero lamentablemente no fue así. Teníamos la esperanza de que pudiera llegar vivo”, lamentó la agente Elizabeth Robles, quien en compañía del oficial Ángel Ramírez llevaron al menor hasta el hospital.

Robles señaló que habrían transcurrido tres minutos desde que llegaron a la escena y tomaron la decisión de trasladarlos. En la patrulla, que permanecía estacionada cerca del área de emergencias del hospital, se podía ver el asiento protector donde viajaba Ariel.

Por otra parte, Kelvindranat Pérez Gutiérrez, sobrino de Gutiérrez Serrano, dijo que la pareja y la familia de estos se encuentran sumamente afectadas por el trágico suceso, que marcó el final de la vida del bebé que nació en septiembre pasado luego de varios intentos que no rindieron frutos.

“Nunca imaginamos que íbamos a estar pasando por una situación como esta, pero tenemos mucha fuerza, estamos unidos y le estamos pidiendo a Dios que nos fortalezca en estos momentos”, manifestó, a la vez que señaló que la pareja estaba muy entusiasmada con el nacimiento de su único hijo.

“(Ariel) llegó cuando tenía que llegar y el tiempo que estuvo con nosotros fue una bendición”, agregó.

La Dra. Miranda certificó la hora oficial de la muerte del infante como las 12:41 p.m.

Investigan la escena

A eso de las 2:30 de la tarde y luego de haber culminado el proceso de entrevista con el padre del menor, que se encontraba en el hospital, el fiscal Luis Martínez llegó hasta el lugar de los hechos para realizar una inspección ocular del vehículo donde estuvo encerrado el menor.

La investigación tomó poco más de dos horas, durante las cuales el fiscal y varios agentes del CIC examinaron el vehículo que permanecía con las puertas abiertas en el estacionamiento del lugar. Del baúl sacaron un coche color negro. Tras haber inspeccionado el auto, la investigación se amplió hasta el taller de mecánica del concesionario. Pasadas las 5:00 de la tarde, una grúa de la Policía removió el vehículo del estacionamiento.

Fiscalía radicará cargos

Martínez reveló que, de acuerdo con los hallazgos de la pesquisa, se le podrían estar radicando cargos por el delito de negligencia a Gutiérrez Serrano

Según indicó, los resultados de la investigación, que apenas comenzaba en horas de la tarde de ayer, determinarán si se trata de un caso de desidia criminal o intencional.

“Ha sido un incidente triste donde hubo una falta de responsabilidad y, ciertamente, una negligencia”, dijo el fiscal.

“Vamos a seguir analizando el caso y, de surgir más adelante que hubo intención criminal, así se radicarán los cargos”, sostuvo.

Martínez señaló que se identificaron entre 10 y 15 testigos, que serán entrevistados en los próximos días.