El juez Carlos Quiñones Capacetti, del Tribunal de Río Grande, determinó casi al filo de la medianoche de este martes, causa para arresto contra cuatro hombres residentes en New Bedford, Massachusetts, por el delito de secuestro a un comerciante y a su hija de 17 años, más restringirle la libertad a su familia en una residencia de Trujillo Alto.

Las fiscales Sonia Polanco e Ileana Agudo sometieron seis cargos por secuestro y cuatro por violaciones a la Ley de Armas contra Francisco Suárez, de 22 años; Miguel A. Molina Medina, de 29 años; Frankie Matos Díaz, de 32 años; y José Clemente Matos Matos, de 48 años. Molina Medina posee expediente criminal en la Isla.

Por dichos cargos, el magistrado les fijó $3.9 millones de fianza a cada uno de los implicados, informó el teniente Lemuel González, de la División de Robo a Bancos y Fraude de la Policía. El cuarteto no pagó la fianza y fue encarcelado.

Los hechos en este caso se remontan a la noche del pasado domingo, cuando el comerciante fue secuestrado en el sector Las Curías en el barrio Cupey Bajo, Río Piedras. La víctima reside desde hace seis meses en la urbanización Encantada de Trujillo Alto.

El teniente Joseph Molina, de la División de Robo a Banco, indicó que el perjudicado fue secuestrado por cinco varones armados, cuando acudió a ver a Matos Matos, un mecánico a quien conoce y quien lo invitó a su residencia.

Matos Matos se entregó este lunes en la mañana a las autoridades luego de que se le vinculara con el secuestro. Aún faltan dos personas por ser detenidos por las autoridades, según el sargento José A. Alvarado, supervisor de la unidad investigativa de la Policía.

Los cargos contra el grupo fueron dos por restricción a la libertad agravada, un cargo por secuestro, uno por robo agravado, cargo por restricción a la libertad a menores, un cargo por uso de arma de fuego al cometer un robo y otros seis cargos por diversas violaciones a la Ley de Armas.

Inicialmente, el perjudicado quien opera un correo privado en la avenida Esmeralda en Guaynabo, fue llevado por uno de sus secuestradores a buscar el dinero a su negocio mientras que a su hija le fue restringida su libertad en una residencia en Cupey.

Como no consiguieron la suma solicitada, recogieron a la jovencita y los transportaron hasta su residencia en la urbanización Entreríos, del complejo residencial Encantada en Trujillo Alto.

“Ellos estaban solicitando 100 mil dólares por la liberación de su familia”, declaró el sargento Alvarado, quien indicó que todavía investigan los detalles de la motivación.

En el lugar, estaba su esposa y tres hijos adolescentes quienes también fueron mantenidos cautivos hasta el lunes por la mañana, cuando el comerciante convenció a los secuestradores de que saldría solo a buscar más dinero para no levantar sospechas, pero en lugar de ir al banco fue hasta la residencia de un amigo, donde llamaron a la línea de emergencias 9-1-1.

Agentes del Precinto de Trujillo Alto Norte llegaron hasta la residencia, logrando arrestar a tres de los cuatro presuntos delincuentes y liberaron a la familia que salió ilesa.

Según el teniente Molina, al momento del arresto uno de los delincuentes estaba en una de las habitaciones jugando Playstation, otro estaba en otro cuarto y el tercero trató de hacerse pasar por un miembro de la familia ocultándose entre la madre y sus hijos.

Los agentes ocuparon en la residencia una guagua marca Ford Explorer que estaba alquilada por los asaltantes, $27,000 en efectivo propiedad del comerciante y tres pistolas calibre .40. También se recuperó una guagua Honda CRV propiedad del perjudicado la cual uno de los individuos se la había robado al querellante.

A pesar de que se le someterán cargos en el foro estatal contra los detenidos, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), entrevistó a uno de los participantes del secuestro. No se precisó si las autoridades federales someterán una denuncia.