Fin al caso del pastor

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Sin hacer ningún tipo de expresión, Jomar Otero Rivera escuchó al juez Asdrúbal Domenech sentenciarlo a 102 años de cárcel por el asesinato del pastor Francisco Cruz Velázquez en febrero pasado.
“Entendemos que la sentencia que le dictó el juez era apropiada para los cargos que se le imputaron al muchacho”, manifestó la sobrina del fallecido, Wanda Cruz.
La también pastora lamentó que el joven de 22 años no mostrara arrepentimiento tras hacer alegación de culpabilidad por asesinato en primer grado, secuestro y apropiación de un vehículo.
“Yo creo en el perdón, en el arrepentimiento de las personas, pero no creo que el muchacho esté arrepentido. Esperamos que pueda dar muestra de ese arrepentimiento en algún momento, pero en este momento no creemos que esté arrepentido”, agregó.
Destacó que, “de acuerdo a las leyes establecidas”, la familia entiende que se hizo justicia y que podrán estar más tranquilos al llegar al fin del proceso judicial.
Pero en la sala del Tribunal de Primera Instancia de Humacao, tanto la viuda del pastor, María Roque, como la abuela del acusado se mostraron sumamente afectadas.
“María se puso mala, llorando. En parte por lo que vivió y por otra parte porque lo sentía mucho por la familia del muchacho. La abuelita de él se afectó y nos pusimos a disposición de ella. No hay animosidad entre nosotros. Creemos que son víctimas también de esta situación”, expresó Cruz.
Otero Rivera deberá cumplir 99 años por el asesinato, ocho por secuestro y tres por vehículo hurtado, a cumplirse concurrentemente. Se le suman tres años al revocarle una probatoria de un caso anterior.
El hoy convicto estuvo representado por la abogada Luz M. Porrata, de la Sociedad para la Asistencia Legal, mientras que la fiscal fue Enid Rivera.
Los hechos ocurrieron el 4 de febrero pasado, cuando el pastor -quien es hermano del evangelista Nicky Cruz- salió de su hogar, en Las Piedras, con $5 para ayudar a Otero Rivera. Sin embargo, nunca regresó.
Al otro día, la Policía encontró el cuerpo en el baúl de su auto, estrangulado con una correa.
El 9 de febrero las autoridades detuvieron a Otero Rivera, quien se ocultó en un monte por varios días. Se encontró causa para su arresto y se le fijó una fianza de $11 millones.