La guagua en la que transitaban los dos hombres que fueron ultimados anoche en un tiroteo ocurrido en el barrio Sabana, en Vega Baja, estaba registrada a nombre del comerciante asesinado el martes en ese municipio.

Los hechos ocurrieron a las 9:50 p.m. de ayer, miércoles, en la carretera PR-688, cuando cuatro hombres que transitaban en una guagua marca GMC, modelo Envoy, color vino, fueron tiroteados por los ocupantes de un automóvil compacto que huyó de la escena.

Como resultado del tiroteo uno de los pasajeros de la guagua, identificado como Emanuel Rijos Calderón, de 24 años, vecino del barrio Breñas, en Vega Baja, falleció en la escena. La víctima tenía antecedentes penales desde el año 2010 por asecho.

El conductor de la guagua, identificada como Hecmar Adorno Matta, de 28 años, resultó herido como resultado del accidente de tránsito provocado tras la balacera y falleció en el Centro Médico de Río Piedras a consecuencia de los traumas, no por impactos de bala.

En el tiroteo resultó con dos heridas de bala en el brazo derecho, Christian Maysonet Torres, de 18 años, mientras que Jackson Rodríguez Robles, de 31 años, sufrió laceraciones en un costado tras accidentarse la guagua. Ambos están internados en el Centro Médico de Río Piedras.

El director interino del Cuerpo de Investigación Criminal del área de Bayamón, teniente José L. Ortiz, confirmó que la guagua tiroteada está registrada a nombre del comerciante Lucilo Torres González, de 79 años. Este fue atacado a tiros el martes, cuando regresaba a su hogar en la urbanización Villa Real, en Vega Baja, tras comparecer a la fiscalía de Bayamón como querellante en un caso de vehículos hurtados.

La Policía no ha establecido un móvil claro del asesinato del comerciante, agregó Ortiz, al preguntarle si ambos crímenes están relacionados.

Tampoco se ha corroborado la versión surgida en la escena de que el comerciante había sido amenazado de muerte. “No nos constan esas amenazas ni tampoco hemos entrevistado a nadie que haya tenido conocimiento directo. Estamos trabajando fuerte”, dijo el teniente.

“La guagua no era de su propiedad (Torres González), él la vendió. Estamos verificando, no lo descartamos ni hemos establecido ningún vínculo con el asesinato (de Rijos Calderón)”, añadió.

Como parte de las teorías que investigan en torno al crimen de Rijos Calderón, los agentes evalúan una información que surgió en la que se alega que el martes acudió al trabajo de su expareja en un centro de envejecientes y supuestamente la abandonó en el barrio Candelaria, en Toa Baja.

 “En este caso, la fémina no se querelló, porque alegadamente no tenía interés. Se le llevan del lugar de trabajo alegadamente. Se está investigando ese ángulo también”, sostuvo Ortiz en entrevista telefónica con este medio.

 En términos estadísticos la muerte de Adorno Matta a consecuencia del accidente de tránsito no se suma como una muerte violenta. En caso de que se esclarezca el caso, los sospechosos serían acusados por el delito de asesinato estatutario por esta muerte, aclaró Ortiz.

 El agente Gamaliel Delgado, adscrito a la División de Homicidios, y la fiscal Itala Rivera investigaron en la escena.