La lucha entre  dos bandos rivales de los sectores  Miñi Miñi y Casitas de Loíza, por el control de los puntos de drogas, los llevó a batirse a tiros ayer a plena luz del día en el estacionamiento del centro comercial Beltz Outlets en Canóvanas.

Dos hombres muertos y tres heridos fue el saldo de la batalla que se escenificó a las  5:29 de la tarde.

 La Policía informó que una llamada al sistema 9-1-1 los alertó sobre detonaciones en el lugar. Al llegar, los agentes se encontraron el cuerpo de Kenneth Ortiz Adorno, de 24 años  y residente de Loíza, con varios impactos de  bala.

Además resultaron heridos de bala Daniel Domínguez Rodríguez, de 39 años, con herida en el tórax, y Roland J. Ortiz Adorno, de 25 años y también residente de Loíza, con heridas de bala en diferentes partes del cuerpo. Ambos fueron transportados al Centro de Diagnóstico y Tratamiento de Canóvanas donde el último falleció posteriormente. El Dr. Osvaldo Avilés certificó la muerte.

En el lugar de los hechos se ocuparon tres pistolas y un sin número de casquillos de bala.  Una de las armas ocupadas era  hurtada.

Relacionado a  estos hechos se detuvo un individuo de 24 años de edad y residente de Loíza, a quien  se le ocupó una pistola Glock cargada.

 El agente Luis Olmeda de la División de Homicidios del  Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Carolina junto a la fiscal  Carmen Aulet, investigan este caso.

Ortiz Adorno era sospechoso del asesinato de José Manso Cepeda, el 30 de enero en Loíza, y de  haber participado en el crimen de un adolescente, hijo de un guardia municipal, el 19 de marzo del 2009, según supo Primera Hora.

La segunda víctima fue identificada por su apodado de  “Beby”, vecino del sector las Cuevas, pero quien defendía las causas del bando de Las Casitas, de Loíza y rival de “Kenneth”.

La balacera comenzó en la entrada del centro comercial, cerca del Banco Popular, y se extendió hasta un monte en la parte posterior.

También resultaron heridos, pero no de carácter grave, dos personas ajenas a esta narco guerra, explicó la inspectora Nívea Collazo, directora de la Rama Investigativa de la región de Carolina.

En medio de la balacera se activó la alarma de emergencias del banco porque los empleados pensaron que se trataba de un asalto al ver que varios heridos intentaban entrar para buscar refugio.