La hermana mayor del asesinado niño Lorenzo González Cacho testificó hoy cómo vio a su hermano ensangrentado el día de su muerte, y lo mal que se sentía de no haber visto nada la madrugada del crimen.

“Estaba la cara hacia a mí, veo que tiene mucha sangre en la cara, el pelo oscuro, está en 'boxers' y camisa y no estaba haciendo ningún gesto y nada, mi mamá lo mueve y está como llamando el nombre de él", recuerda la joven sobre lo que vio de su hermano camino al Centro de Diagnóstico y Tratamiento de Dorado (CDT).

Al reanudarse la vista preliminar en alzada hoy contra el acusado por el crimen, Luis Gustavo Rivera Seijo, la joven sollozó cuando dijo sentirse presionada a cooperar con la pesquisa.

Relacionadas

“Me sentía presionada en cooperar con la investigación. No tenía información sobre la muerte de mi hermano y estuve en la casa esa noche y no escuche nada y no vi nada raro… sentí que no estaba cooperando con la investigación y como era posible,.. era bien lógico que yo hubiera escuchado algo, quedaba cerca de mi cuarto”, expresó.

Asimismo, la joven rechazó -como declaró en una ocasión anterior- que esa noche del crimen escuchara la voz de Arnaldo Colón, uno de los amigos de su mamá, Ana Cacho.

La jueza superior Vilmary Soler Suárez dijo la semana pasada que se tomarían tomará providencias en sala para que se le protejan sus derechos como menor de 21 años, mientras el proceso es transmitido en directo por cámaras digitales y de televisión.

Sería la segunda ocasión que la menor declara en corte abierta en el caso. La joven ya declaró en la pasada vista preliminar, cuando eventualmente se determinó que no había causa para juicio contra Rivera Seijo.

Además de la niña, se espera que hoy testifique el agente federal Victor Nguyen, quien requerirá de un intérprete.

Asimismo, ayer la jueza admitió como parte de la evidencia en la vista preliminar en alzada, las advertencias de ley que le hizo una agente del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) a Rivera Seijo, conocido como El Manco, el 14 de octubre de 2014, previo a que éste le confesara a la entonces fiscal federal María Domínguez, que había asesinado al niño Lorenzo.

Domínguez se espera que testifique mañana.

El niño fue asesinado el 9 de marzo de 2010. A casi 6 años del crimen, Rivera Seijo fue acusado por el crimen, pero en abril pasado se determinó no causa para juicio en su contra, tras una vista preliminar en que surgió ausencia de huellas dactilares y de ADN en la escena y que se puso en duda la legalidad de las confesiones a Rivera Seijo, quien es paciente mental.

Lo que declaró la joven

La hermana de Lorenzo, cuya imagen no sale en el vídeo, testificó a preguntas de la fiscalía que se encontraba durmiendo la madrugada del 9 de marzo en su residencia en la calle Bruma de la urbanización Dorado del Mar cuando repentinamente oyé a su mamá Ana Cacho gritando su nombre.

“Mi mamá sostiene a mi hermano en mis brazos, y tiene en una mano las llaves del carro”, dijo la hoy joven. “Me desperté, estoy parada mirándolos y ahí me indican (su mamá) que van al CDT, mi mamá, que buscara un cambio de ropa para (su hermana”.

Dijo que su hermano Lorenzo no hacía “nada” y que veía que “en la parte de atrás de la cabeza veo que esta oscuro el pelo, y veo a mi mamá con sangre”

En el carro camino al hospital, Cacho guiaba y le pedía a la hija que llamara a una amiga de ella que estaba en Dorado, a su papá Ahmed Alí y sus abuelos. Ella está manejando, guiando”, afirmó.

Llegaron rápido al CDT, ella se estaciona al frente de la salida de emergencia, veo que ella se baja, tiene a su hermano en brazos, está tocando la puerta de emergencia, que estaban cerradas.

“Tenía mucha sangre por el área de la nariz, estaba cubierto de sangre, en el pelo, no se veía por donde pero era esa área”, declaró la joven sobre lo que veía de su hermano antes de que lo pasaran dentro de la sala de emergencias.

Cacho le dijo que creía que Lorenzo se había “caído de la cama”.

Al lugar llegó su papá, Ahmed Alí González, su abuela Ivette González y una tía de su papá, Evelyn, posteriormente llegan más pacientes y en las afueras había una prima de ella y un grupito de personas, pero en el interrogatorio de la fiscalía no dio más detalles de esas otras personas.

Luego dijo que ella salió en un momento para indicar que “mi hermano había fallecido. Estaba con mi hermana y nos lo dijo, es lo que recuerdo, de verdad”

Luego de un tiempo en casa de su abuela, y otro en casa de una prima de su abuela de nombre Diana, la niña fue trasladada al Departamento de la Familia.

Aseguró que Cacho no habló con ella del caso “No teníamos contacto”

Dijo que vio en unas dos ocasiones a Arnaldo Colón, un amigo de su mamá. Lo conocí a él y a Jesús Genaro Camacho tras una compra de comestibles en una tienda para ver una pelea de boxeo. Le dijeron que ambos eran amigos de su mamá

Luego dijo que en el CDT vio a Colón con Genaro Camacho. Dijo que ni ese día ni “nuca” había hablado con alguno de ellos.

Sobre William Marrero, también dijo que se lo habían presentado en una ocasión, en un parque en Dorado, y que le dijeron era “amigo” de su mamá y que “nunca” ha hablado con él.

La "falsa" confesión

Asimismo, la joven declaró que fue entrevistada en siete u ocho ocasiones en el 2010 por la fiscal Wanda Casiano y otro personal de Justicia cuyo nombre no recordó. En una de esas ocasiones aseguró que recordaba de esa noche que “tuve un sueño donde alguien cerraba su puerta y que había escuchado una voz”.

Le dijo a la fiscal en el 2010 que esa voz era la de Naldy Colón porque “el primero que me preguntaron fue por él, era el más que había visto y podía decir que había escuchado su voz”.

Hoy, como testigo, dijo que lo hizo porque se sentía presionada de cooperar en la investigación, de ella misma, que definió como “internas” y “externas… del sistema como tal, los fiscales, los agentes, los medios de comunicación, las trabajadoras sociales también me indicaban cosas”.

Ahora asegura que esa versión de “la voz” no es cierta y que lo correcto fue lo que le dijo posteriormente a diversas figuras del Departamento de Justicia. “Tiempo después pedí una reunión en fiscalía para reconocer que no era cierta la versión que yo había dado, en esa reunión estaba Casiano, la procuradora y Obdulio Meléndez (fiscal general entre 2010 y 2011), y les dije que no era cierto que había escuchado alguna voz".

"De esas versiones, ¿cuál es la verdad?", se le preguntó.

"No había escuchado voces, no sabía que había ocurrido con mi hermano", afirmó.

Defensa insiste en que habló de Naldy en diferentes ocasiones

Durante el contrainterrogatorio de la defensa, la joven relató que temprano en el día su mamá estaba molesta en el área de la lavandería tras un encuentro con su padre.

También dijo no recordar donde estaba su hermana menor al momento que fue levantada por su madre con su hermano en brazos.

A preguntas del abogado Jesús Hernández, parte del equipo de abogados de la Sociedad para la Asistencia Legal que defienden a Rivera Seijo, dijo que entre las personas que ella no llamó pero que sí llegaron al CDT estaban Naldy, Genaro y William.

La joven también dijo no recordar a qué hora salió del CDT, pero sabe que ya había comenzado el horario escolar y por eso compañeras de escuela la fueron a recoger.

Tras pasar varios días en residencias de familiares, el DF la lleva a un hogar de una persona de nombre Evelyn, donde “no tenía comunicación (con Cacho)” y fue allí donde llegó la fiscal Casiano a entrevistarla.

Entonces Hernández presionó sobre el tema de la supuesta voz de Naldy, que la joven habría dicho en ocasiones separadas a Casiano, a la persona que la cuidaba, agentes, y otros fiscales.

“¿En algún momento después que se va Casiano usted le dice a Evelyn que la voz era la de Naldy?”, cuestionó Hernández

“No recuerdo”, afirmó la testigo

“Y usted le dice a Evelyn que llame a Casiano para que venga”, indicó.

“Sí”, añadió.

“Y usted le vuelve a decir lo del golpe, el cantazo, la voz gruesa, y añade el nombre de Naldy”, preguntó Hernández.

“Sí”, respondió.

Luego, el interrogatorio giró en las comunicaciones que finalmente la joven, a través de un celular, pudo tener con frecuencia con Cacho.

“Usted estaba preocupado con mamá, verdad”, cuestionó Hernández.

“Sí”, indicó.

“¿Y usted tenía miedo de que su mamá se hiciera daño?”

“Sí”, replicó.

“¿Y después de esas comunicaciones con mamá es que usted le indica a la fiscalía de lo que usted dijo a Naldy no era cierto”, planteó el letrado.

“Sí”, respondió.

El redirecto del ministerio público fue encabezado por la fiscal Aracelys Pérez, y a sus preguntas la joven aseguró que no recibió instrucciones de su mamá relacionada a su testimonio.

Tras la conclusión de su testimonio, la jueza ordena un receso hasta las 2:00 p.m.