Guayama. En un acto de desafío contra el olvido, José Palau Ortiz escribió hace dos semanas una corta misiva dirigida a las personas vinculadas en el asesinato de su madre Georgina Ortiz Ortiz, esposa del exjuez del Tribunal Supremo, Carlos Irizarry Yunqué.

La carta no menciona nombres, pero recoge su frustración ante la incapacidad del Departamento de Justicia de esclarecer el asesinato de su madre, ocurrido el 17 de agosto de 2010. Ninguna persona ha sido convicta por este crimen y tampoco se ha detenido a nadie posterior al veredicto que emitió un jurado el 1 de agosto de 2013 que declaró no culpable del asesinato de Ortiz a la empleada doméstica Aida de los Santos, única persona a quien el Ministerio Público acusó hasta el momento.

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"Escribo estas breves líneas para recordarle a todos los que de alguna manera tienen que ver con su muerte. En especial aquel que tiene que despertar sabiendo que mató a una gran persona tal vez por razón de un tercero miserable", lee la corta misiva. "Lamento haber sido ignorante en defender a mi vieja. En la vida real sí hay seres que representan la vocación del diablo... Amo a mi vieja y lo haré hasta el día que me muera. Sé que ella piensa igual y eso sí no me lo pueden quitar. Maldita sea la justicia", concluía la carta a la que tuvo acceso este medio.

Estas son las primeras expresiones públicas de Palau Ortiz tras el veredicto del jurado declarando a De los Santos no culpable.

En entrevista con este medio, el hijo menor de Ginny -como le decía su familia- explicó que escribió esas líneas para zarandear la conciencia de las autoridades, que luego del veredicto guardaron en la gaveta la investigación sobre la muerte de su señora madre.

Al cumplirse el cuarto aniversario de su muerte, Ortiz criticó el trato amable que las autoridades dieron al exjuez durante la investigación del crimen y cuestionó que asignaran a una agente novata a un caso que involucraba a una figura "influyente" en el País.

También pidió a las autoridades que inicien una nueva investigación en la que no descarten ningún ángulo, incluyendo a la familia de Irizarry Yunqué.

"Después de que la señora salió no culpable de allí, pues eso es como si hubieran matado a mami por segunda vez. Es algo que te entristece, pero realidad, cuando le das 'rewind al cassette', ves que se hicieron muchas cosas mal", indicó.

Desde el inicio, Palau Ortiz sospechó del esposo de su mamá, un destacado jurista y profesor universitario nombrado al Supremo por el exgobernador Rafael Hernández Colón, y de su familia.

 No ha vuelto a conversar con Irizarry Yunqué desde el 12 de octubre de 2010 cuando el exjuez procuró la asistencia de un abogado que mediara en las conversaciones entre ambos.

"Don Carlos está envuelto definitivamente en la muerte de mami", apuntó con seguridad y atribuyó el supuesto vínculo del exjuez a la 'dejadez con la que las autoridades manejaron la investigación.

En el juicio contra De los Santos, a quien se le acusó de haber cometido el crimen en concierto y común acuerdo con otra persona que nunca se identificó, surgió que la Policía ocupó la guagua de Irrizarry Yunqué para ver si aparecía material biológico o sangre de su esposa dos meses antes de la radicación de cargos contra la empleada doméstica y dos años después del crimen.

La guagua se ocupó, según las autoridades, porque se pensó que pudo haber sido utilizada para transportar a las personas que cometieron el crimen. Las autoridades también tardaron 90 días en tomar una declaración jurada a Irizarry Yunqué.

Palau Ortiz no quiso especular sobre las razones que pudo haber tenido el exjuez para matar a su mamá, pero indicó que ella había expresado su intención de divorciarse y que no existían capitulaciones entre la pareja. En el juicio trascendió que el matrimonio tenía problemas, que antes de casarse el exjuez le ocultó a su esposa que era impotente y que la víctima parecía tener amantes.

Palau Ortiz también rechazó que el exjuez padezca de demencia senil como declaró su nieta para justificar su ausencia del proceso judicial.

Otro tipo de justicia

Pese a que el Departamento de Justicia nunca radicó cargos contra el exjuez, Palau Ortiz apuntó que el hombre ha pagado un precio por sus supuestas acciones.

"El juez Irizarry Yunqué está viviendo lo que hizo. Está viviendo como un miserable, solo", indicó.

"Lo que tú viviste y lo que recuerdas con amor eso va a ser eterno, pero don Carlos está viviendo una vida mierd… encerrado como el carey que guarda la cabeza para que no lo vean o como los avestruces con la cabeza enterrada", concluyó.

Para Palau Ortiz la radicación de cargos contra De los Santos fue prematura porque no se había identificado a la otra persona que supuestamente participó en el crimen.

"Con respecto a Doña Aida yo nunca estuve de acuerdo con que la llevaran directamente y la acusaran de asesinato. ¿Tú sabes por qué? Porque desde un principio se había dicho que esto fue en concierto y común acuerdo, o sea que habían varias personas", señaló.

Negó que su mamá y la empleada doméstica fueran amigas y refutó que su madre le hubiera pedido dinero a De los Santos como surgió en el juicio.

El hijo de la víctima planteó que la empleada doméstica presenció el crimen y que cree que de ser interrogada nuevamente, revelaría más información, porque no recibió el apoyo esperado del exjuez.

"Yo creo que a ella le vendría bien (contar lo que pasó). A mí no, yo no voy a tener satisfacción porque esto no cambia mi vida en nada", aseguró.

 "Yo no me preocupo porque mami no era ninguna 'cascarita' (tenía un genio fuerte) y cuando esta gente se muera se van a encontrar en el mismo sitio (se ríe) y mami le va a dar una clase de catimba cuando los coja", agregó.