Ponce.  El director de seguridad del Departamento de Corrección y Rehabilitación, Confesor Morales, informó que desde horas de la tarde de hoy oficiales correccionales y sicólogos de Corrección negociaban con el confinado Justino Sánchez Díaz para que se bajara de un tercer piso, poniendo en riesgo su vida.

“Justino Sánchez logró subir por una verja hasta un espacio pequeño del tercer piso de la institución de máxima seguridad del Complejo Correccional de Ponce. Este demandó tener acceso a un celular para comunicarse con sus hijos”, dijo Morales.

Pasada la medianoche, personal de Corrección, apoyado por la Policía y Bomberos de Puerto Rico, continuaba  negociando para que Sánchez Díaz se bajara.

El individuo se encuentra en una institución de máxima seguridad como sumariado, y hoy enfrentaba un juicio por varios cargos de asesinato, tras supuestamente prenderle fuego a varios familiares durante una celebración de Año Nuevo en su residencia, en el municipio de Florida.

Sánchez Díaz está acusado de seis cargos de asesinato, siete tentativas de asesinato y un incendio agravado, por la muerte de su madre, Josefina Díaz; sus sobrinos Samuel Molina Sánchez, Jesús y Pamela Sánchez Vázquez; su cuñada Nereida Vázquez y la prometida de su sobrino Jesús, Kate Donahue.

Recientemente, su abogado, Luis González, solicitó que lo releven del caso  tras las afirmaciones de su cliente de que no le tiene confianza.

González le había solicitado a la jueza Marta María Rosario, del Centro Judicial de Arecibo, tiempo adicional para recurrir al Tribunal de Apelaciones para que revisara su determinación de no relevarlo de este caso, y tampoco al licenciado Mario Moczó, también de la SAL.