Por presuntamente llamar a “la jueza de pacotilla ‘(Laura Taylor) Swain” y dejarle tres mensajes, una maestra de música del Departamento de Educación enfrenta denuncias en su contra “por hacer llamadas telefónicas de hostigamiento en una comunicación interestatal”.

La información fue provista por el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) y también extraída de una alegada confesión que hiciese la maestra del Instituto Loaiza Cordero, Elimar Chardón Sierra, en su cuenta de Facebook el pasado 15 de febrero.

Según escribió Chardón Sierra, “tres apuestos federales que dejaron a media escuela enamorada, me entrevistaron” ese día sobre la llamada que se alega realizó a la jueza a cargo de los procesos relacionados a la quiebra del gobierno.

La supuesta confesión, publicada en Facebook, alude a que “participé de forma artística en la campaña sobre las consecuencias de COFINA. Luego de que aprobara la ley, la llamé enfurecida. Y le dije que esperaba que se quedara sin casa, sin plan médico y que muriera. Y le dije ‘I hope you die bitch’. También dije que sabía que me investigarían por mis expresiones, porque sé que la libertad de expresión para las colonias no existe”.

El director de la región educativa de San Juan, Eleuterio Álamo, contó que entre el martes a jueves de la semana pasada los maestros de la escuela donde laboraba la detenida hicieron comentarios de que la maestra fue entrevistada por agentes del FBI por supuestamente amenazar a la jueza Taylor Swain. Dijo, sin embargo, que Chardón Sierra nunca hizo una expresión oficial al Departamento de Educación sobre lo sucedido.

No fue hasta el pasado viernes a las 3:30 p.m. que la maestra de música fue detenida por agentes que llegaron a la escuela vestidos como civiles, contó Álamo.

De inmediato, Chardón Sierra fue llevada el pasado viernes ante la presencia del magistrado Bruce J. McGiverin para la vista inicial. Este citó la vista de fianza para el próximo 27 de febrero y la vista preliminar para el 8 de marzo. Hasta el momento, permanece detenida en la cárcel federal.

Un comunicado de prensa emitido por el FBI establece que, contra Chardón Sierra, de 32 años, pesa una querella sometida en su contra el 21 de febrero por violar el Título 47 del Código de los Estados Unidos, Sección 223 (a) (1) (E) por hacer llamadas telefónicas de hostigamiento en una comunicación interestatal.

Se indicó que, de ser declarada culpable, podría cumplir hasta dos años de prisión.

La querella contra la maestra establece que esta llamó en tres ocasiones a la oficina de Taylor Swain el 5 de febrero pasado. 

En un primer mensaje "ella se quejó sobre que la jueza Swain estaba 'condenando a la gente de Puerto Rico' y alegó que las personas de Puerto Rico son 'rehenes de tu estúpido gobierno'. Chardón acusó a la jueza por condenar a los puertorriqueños a '40 años de esclavitud' y dijo que a la jueza Swain que 'espero que seas asaltada'", dice el documento juramentado con el que se sometió la querella. 

En el segundo mensaje, según se alega, fue que le dijo "espero que mueras, espero que mueras, espero que alguien entre en tu casa, espero que te roben". También pronunció varias palabras soeces en contra de la jueza. 

En el tercer mensaje, supuestamente indicó que Swain no era ninguna jueza, porque no hacía justicia. 

"Tu no eres más que una vieja" y una "psico", alude el documento judicial.

Chardón Sierra será representada en este caso por los abogados Víctor Miranda y Alejandra Batlle, de la Oficina federal del Defensor Público. 

Cabe destacar que, de los documentos sometidos en el expediente criminal de la maestra, se ordena al Centro de Detención Metropolitana (MDC, en inglés) que se evalúe la condición mental de la imputada. 

Por otro lado, aún se desconoce el futuro de la maestra en el Departamento de Educación. Álamo indicó que esta mañana se realizará una consulta legal sobre las acciones que se podrían tomar en su contra.

“Esto es un asunto que ella lo hizo fuera de horas de trabajo. No amenazó a ningún empleado, estudiante ni padre de la comunidad. Estaremos haciendo la consulta a ver si procede alguna medida cautelar”, afirmó.

En cuanto a los trabajos en el Instituto Loaiza Cordero, Álamo señaló que se busca en la región un recurso que pueda ser enviado a la escuela a ofrecer algún curso de Bellas Artes, no necesariamente de música.

Dijo que la maestra daba clases de música de 50 minutos a grupos entre primero a quinto grado.

Lea el mensaje completo publicado en la página de Facebook de la maestra:

“Llamé a la jueza de pacotilla Swain porque aprobó la ley. Participé de forma artística en la campaña sobre las consecuencias de COFINA.

Luego de que aprobara la ley la llamé enfurecido. Y le dije que esperaba que se quedara sin casa, sin plan médico y que muriera. Y le dije I hope you die bitch. También dije que sabía que me investigarían por mis expresiones, porque sé que la libertad de expresión para las colonias no existe.

Hoy tres apuestos federales que dejaron a media escuela enamorada, me entrevistaron. Me dieron la opción de irme, pero me quedé. Para averiguar, porque eso me conviene más. Pero a ellos les dije que tienen suerte de ser lindos, así que haría la entre vista. Querían hacer ver que mis expresiones intimidaron a la fulana. Me les reí en la cara. Y les di un ejemplo de contextos. Y en resumen que no, un mensaje telefónico no me parecía razón para intimidarse. Y lo que más me dio curiosidad fue que insistieron en que dijera si conocía macheteros u otros insurgentes. Eso me hace pensar que todavía le tienen miedo a que puerto rico reclame sus derechos. Y menos el derecho humano a la independencia. Me preguntaron que si SABÍA de alguien que planeara un ataque. Y contesté NO SÉ. Es la verdad. Yo no puedo mentir. Ellos me preguntan sobre organizaciones que yo pensaba muertas. Esto los excitó. Esto es lo que querían, todos enderezamos las espaldas. Ellos nadaron en la ambigüedad un rato hasta que les pregunté que si era una inquisición. Entonces cambiaron estrategia. Yo les invité a que catearan mi casa porque no tengo nada que esconder. Quedó como un no. Pero a mi rabia no le daba la gana de decirlo claramente. Luego preguntaron que si donaba a insurgentes. Lo tomé como una ofensa. Mi patrono me descuenta una gran suma de mi salario de forma ilegal. Como carajos dono nada. Y si me investigan tanto deberían saber mi estado económico. COFINA se aseguró de que me mantenga así. Y por eso llamé a la jueza y los reté a que me encarcelaran, porque tal vez así me daban una mejor vida. La contestación fue que él podía arreglar eso. Eso me demuestra que fabrican casos. En vez de cuestionar porqué un inocente que solo verbaliza su ira desea ir preso. Me dejó su tarjeta, el entrevistador. Los demás eran escribas. Ellos decían que intentaban salvar vidas. Me pregunto qué vidas. Porque las vidas de aquí obviamente no son. Aquí estamos jodíos. Así que pues, ya conocí la distopía. The Thought Police”.